lunes, 8 de noviembre de 2010

Fin de semana

El sábado me discipliné por fin y le avancé solamente a un libro. Necesito terminar para el próximo viernes Yo, Robot de Isaac Asimov. Ya casi lo acabo. Ojalá sea hoy. Lo necesito terminar porque pertenezco a un club de lectura y escogieron esa novela para esta ocasión. Yo escogí Polvo de Benito Taibo. Pero aún faltan varios libros antes que el mío.

También el sábado me preguntaron algo muy curioso: ¿por qué los profesores de matemáticas son así? ¿Así cómo? Pues van bien rápido como si todos pensaramos igual (de rápido) que ellos... eso me preguntó una mesera. ¿De verdad vamos muy rápido? Se acercó para preguntarme si ahora no había llevado un libro... eso del libro es por culpa de Naddie quien me regaló el libro las cinco ecuaciones que cambiaron el mundo.... Me preguntó si daba asesorías (anti asesorías) y le dije como a casi todos: ya no doy asesorías.

Bailé un rato. Me la pasé bien. Lo malo es que el chavo sigue insistiendo con que Ángela le haga caso. Ella me pide mi opinión pero yo qué puedo decir si alguna vez estuve igual... No es divertido estar en ninguna de las dos partes.

El domingo me dormí un rato y me desperté más azotado que de costumbre. Sentí miedo. Miedo a que ya me aburrí de hacer lo que hago donde lo estoy haciendo. El problema es que si me voy de aquí no creo que resuelva nada. Quizá tendría que aumentar la emoción dando otro tipo de clase (ya más avanzada)... pero, ¿dónde y cuándo?

No hay comentarios: