viernes, 5 de noviembre de 2010

Cosas que me pasan pero que no me gustan

Tengo muchas ganas de escribir. Esa voz interior, a la que rara vez le hago caso, me sugiere que escriba el paper que tengo pendiente (o el que quiero escribir). Pero no quiero escribir sobre física. No ahora. No en este momento. Llevo varios meses en los que mal que bien sólo he pensando en eso y ahora quiero un espacio, no obstante al mismo tiempo algo (seguramente esa voz interior) me hace sentir culpa. Tampoco ando demasiado creativo o demasiado disciplinado porque ando saltando de libro en libro y no avanzo ninguno realmente. Tengo pendiente Ladrón de sueños de BEF (¡ya me sigue en twitter!), Revólver Amarillo y DF confidencial de JM Servín. También empecé Yo, robot de Asimov, El amante de Janis Joplin y aparte compré la novela Polvo de Benito Taibo. ¿Cuándo los voy a acabar y al mismo tiempo leer y dar clases? No sé. Pero así como traigo ganas de escribir traigo ganas de leer.

Hoy volví a la gandhi (por lo mismo que ayer: caminar). Aguanté la tentación de comprar otro libro. Di con uno -seis piezas fáciles- de Feynman pero me aguanté la tentación. Luego di con Sabina en carne viva. No lo compré. Pero lo bajé (si me siento culpable) y ahora tengo otro libro empezado. Ya no me acuerdo si fue este año o el pasado que lo fui a ver en un concierto. No me averguenza decir que casi lloro. Ah, pues fue este año porque traía todavía ardor en los ojos después del spray buena onda que me aplicaron. Siempre había evitado ir a verlo. Me gustan sus rolas -algunas- pero... bueno me decidí y fui. Ese concierto de Sabina estuvo chido.

Claro, las colisiones elásticas me hacen sentir culpable. ¿Qué les voy a decir al rato? De colisiones elásticas no he repasado nada pero qué tal si les cuento sobre la pedrada que le dio David Valenzuela a Rogelio Castro en la novela El amante de Janis Joplin... ¿cómo ven? Ah bueno! Nunca faltará, jaja por supuesto, el alumno que diga que tiene que ver porque ese es un ejemplo de colisiones.

Las clases de en la mañana las disfruté mucho. Hasta me pude concentrar. Hasta me salió bien la explicación sobre el registro de nóminas después de haber hablado de la interpretación microscópica de la temperatura... toda una mezcla de conceptos o ideas diferentes... A pesar de haberlas disfrutado me gustaría estar en mi casa y no dar las clases que daré en un ratito más. Una empieza en 22 minutos. Son las 5:08pm. Mientras tomo café y pienso que poner aquí, Joaquín Sabina canta por las arrugas de mi voz se filtra la desolación... aquí le dejo para llegar a la clase a tiempo...

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