viernes, 29 de abril de 2011

Tren

Es la segunda vez que la acompaño a su casa y las dos veces me toca que se me atraviesa el tren.

Son mamadas.

jueves, 28 de abril de 2011

Por otra parte

Por otra parte sufrí con Monterrey. ¿Saben cuál es la ventaja? Nunca han pretendido jugar como el Barcelona. Cuando quieren son bien peligrosos pero el problema es que dan muy poco... Tengo la sensación de que siguen jugando a medio gas y que con eso les alcanza.

El caso es que ganaron y son campeones del torneo de Concacaf.

El lugar al que fui es un lugar inagotable (¿lleva doble n?) de anécdotas. En la conversación del dueño de la cantina con sus camaradas recordaron a un cabrón que jugó en el Zacatepec que le decían el Harapos. El Harapos Morales. Me acuerdo haberlo oído por radio y si mal no me acuerdo era difícil de marcar. Era peligroso.

En youtube puse El Harapos Morales y sale este video (entre otros). ¡Hernández Jr. es el narrador!

miércoles, 27 de abril de 2011

Juego

Pocas veces he tenido, en los tiempos recientes, de ver un partido de futbol y justo por lo que pasó hoy es que cada vez me da más flojera. El partido estuvo aburrido todo el tiempo. Como han jugado muchas veces entre ellos las cosas están muy calientes, hay mucha rivalidad, y mucha polémica dentro y fuera de la cancha.

Afortunadamente ganó el futbol de Barcelona 2-0. Es increíble que el Madrid pareciera el visitante. (cuando se animaron expulsaron a Pepe. Me imagino a Mou diciendo: "¿vieron? sí yo por eso prefiero el futbol destructivo cuando jugamos a algo nos pasa esto")

martes, 26 de abril de 2011

Mi selección de rolas

Tratando de no desentonar mucho con las rolas que estaban poniendo en el bar escogí las siguientes tres:

1. No pretendía poner a Rigo Tovar pero era la versión de él la que tenían.

2. Escándalo (con el lujo de México).

3. Perdón (versión de Daniel Santos aunque prefiero la de Marco Antonio Solís pero la tienen en las jarras es la Daniel. O ésta otra también me gusta).

El amor de su vida

Conversación extraña que escuché hace rato (mientras pretendía leer Larga sinfonía en D de Margarita Dalton):

- ¿¡Ya te vas cabrón!? (Le grita al camarada)

- Voy con el amor de mi vida.

- Ah, vamos te acompaño.

- No, cabrón. Ahí voy solo. Y se fue.

- ¿Qué dijo?- Preguntó otro.

- Que va con el amor de su vida.

- ¡Pero aquí lo dejó!¡ Es el alcohol!

Risas.

domingo, 24 de abril de 2011

Cosas que pasan

Un amigo de Ángela me dijo que de ahí (del antro al que suelo ir los sábados) íbamos a salir bailando igual (¿por qué quiere que baile como él? Es algo que no entiendo. En ese momento me sentí como Marcus de About a boy) Luego la esposa le dijo que de ahí yo saldría bailando igual que él y él sabiendo matemáticas. Eso le gustó y me lo contó. Como no me dijo qué tipo de matemáticas le hablaría de las funciones cuadrado integrables! O de perdido le hablaría de la notación de Dirac!

Semana

Fue un semana muy intensa. Caminé mucho. Siento un leve dolor en mi tobillo. También en la rodilla izquierda. Me la pasé muy bien. Me hubiera gustado no regresar al calor pero ni modo.

Me compré un sombrero (ja). Me siento raro usándolo pero me alivianó el frío y la lluvia (llovizna) del martes. También me compré una novela que se llama About a boy (de Nick Hornby). Descubrí que casi llego a la edad de Will pero no podría ser tan "cool" como él (con Marcus). Hicieron una película con la historia pero no la he visto. No sé si eso sea bueno o malo.

Cambio de tema. Ayer recibí una llamada inesperada de Katherine. Me pareció raro. Fue chido verla. Me la pasé muy bien. Estuvo contándole a una amiga cosas que no me latieron mucho. Bailamos un rato y pues me fui antes que me saliera todo más caro.

(algo que dijo y que me dio mucha risa es: ella le cuenta a una amiga que si fuera mi novia se cultivaría mucho (porque leería mucho... que yo recuerde nunca he hablado de que leo pero bueno). Su amiga se ríe y comenta: sí, que te cultive, pero de alcohol!! Lo chistoso es que eso también lo podría hacer... aunque quien sabe. Creo que ella toma más que yo)

sábado, 16 de abril de 2011

En el puentes

Me atuve al plan original. Estuve a punto de cambiar y fresear yendo a cualquier otra parte. Esto último debido que quería ir a la casa para dejar mis chivas aunque no todas, porque pensaba llevarme el libro de Crónicas Perdidas de Gerson Gómez. Es un libro editado por la UANL.

Luego le sigo.

viernes, 15 de abril de 2011

Vagando

En esta semana -entre examen y examen- he andado vagando por las calles del centro de la ciudad. Me he encontrado cosas muy curiosas. Por ejemplo, descubrí un gimnasio de box que se llama "el uppercut". En la mera entrada había una pila de cartones de cerveza. ¿Habrá bar en el primer piso y en el segundo es el gimnasio? Misterio. Me quedé con las ganas de tomarle una foto pero no traía con qué.

Otro día me decidí a comer en el mercado juárez. Comí cabrito en el pipiripau(la pierna de cabrito más cara de la historia pero la verdad es que si llenas). De ahí entré a un bar que se llama Lontananza. Tenía casi seis años queriendo entrar pero no me había animado. El lugar está bien. Me tomé una cheve y me comí un caldo de pollo. En ese rato mientras me comía el caldo entró un tipo queriendo vender escobas y trapeadores!! Increíble. ¿Quién compraría algo así en un bar? Me imaginé a un borracho brindando con una escoba. La abrazaba y disfrutaba una velada bien chida acompañado por su fiel amiga la escoba... Al salirse el vendedor casi inmediatamente los señores de la mesa de enfrente se fueron. Se despidieron del que yo pienso que es el dueño. Incluso se despidió de mí! ¿Y de mí por qué se despidió si no lo conozco? Quién sabe.

Ayer entré por primera vez al indio azteca. Está bien. Lo que no está bien es el precio. Por ese precio prefiero al rancho viejo.

El lugar más raro que me encontré fue el lugar que por fuera dice ser "Bar y Masajes". ¿Ese será el goce más chido del mundo? ¡Mientras pisteas te dan un masaje! Todavía, sin embargo, no superan al camarada que en una mano traía una cerveza, en otra traía una pieza de pollo y además estaba cogiendo. Por si fuera poco manejaba en la carretera. Todo un espectáculo, sí.

Hoy, por otra parte, debería de ir a saludar a la musa de las cheves.

jueves, 14 de abril de 2011

Susto II

Yendo por Junco de la Vega apunto de cruzar el arroyo seco me desesperó el carro que iba adelante. Traía una hueva infinita y lo rebasé. No se debe hacer pero lo hice. Me cuestioné mi acción lo juro. Me cuestioné porque prisa lo que se llama prisa no traía. Luego un poco más adelante se me atravesó una camioneta. Reduje la velocidad y todo iba hasta cierto punto normal. Me puse a pensar que tal vez me estaban retrasando deliberadamente mi trayecto. Me reí de ese pensamiento lo confieso. Después crucé Garza Sada, yendo por 2 de abril, y me apuré para alcanzar el semáforo en verde que está por Palestina (por ahí está el súper roma como a una cuadra de la Iglesia del Rosario) y ¡zas!, ¡se me atraviesa una camioneta y me pega!

La señora (la de la camioneta) estaba muy asustada. Me dijo que iba despacio. Puede ser. El problema es que se pasó su rojo. Me dio justo entre la llanta trasera izquierda y la puerta (por poco me da el golpe de lleno a mi, uy). Giré dos veces (o esas fueron las que conté). Lo único que me pasó por la mente fue ya que había valido madre (por como se sacudió el carro) . Según el tránsito derrapé unos 10 metros. ¿Habrá sido tanto? No sé. Lo único que yo deseaba era que no viniera ningún carro ni que por el impulso fuera a dar hasta el otro lado (por los veía muy cerca). Pero no. Afortunadamente no pasó a mayores.

Chale.

lunes, 11 de abril de 2011

Susto

A mediodía me fui a comer a Plaza Morelos. La intención era alejarme de la escuela -aunque tampoco tanto-. Después de comer me metí al Saharis y me puse a ver -sin andar buscando algo en particular- los discos y los dvds. Vi el dvd de Nosferatu y me acordé Juan T. Llamas por su recomendación de que viéramos el Nosferatur. El nombre por alguna razón extraña causó hilaridad en la mesa -no es chistoso pero bueno-. Recordé aquel momento divertido -que no tendría que haberlo sido-. Seguí viendo -sin buscar nada en particular como ya dije- y di con un apartado donde decía karaoke y ahí fue cuando me asusté. Ahí, sin hacer distinción alguna, vi el disco Division Bell de Pink Floyd!!! ¿Qué estaba haciendo ahí? Imaginé una fiesta reggaetonera en la que de repente alguien diga: ¡yo quiero cantar high hopes! Y ahí lo tienen cantando con harto sentimiento: "the grass was greener The light was brighter With friends surrounded The nights of wonder..." Pero no. El espacio que ocupaban los discos para karaoke están más arriba del disco The Division Bell. Por otra parte, no sé si eso sea algo bueno.

Otra historia del Beto.

Otra historia de Beto publicada en Mesa 21.

domingo, 10 de abril de 2011

Quesotaco

Anoche cené un quesotaco. Cené antes de ir a encontrarme fatalmente con la soledad otra vez (jaja no mames). No puede ser cierto eso de encontrarse fatalmente con la soledad porque cené solo. ALrededor mío hubo varias familias. No me incomodó pues yo andaba muy en mi pedo. Casi ni volteé a verlas. Sólo las vi cuando sentí la mirada de unas personas que me quedaban enfrente. ¿No tendrían nada mejor de qué hablar? A lo mejor hablaban de otra cosa. Si hubiera tenido un caballito de tequila lo hubiera levantado y les habría dicho salud. Me sentí ridículo de hacer algo así con una coca cola. No lo hice pero entonces recordé a Wendy y a Mafer. Me acordé de cuando me volteaban a ver por el desmadre que ellas hacían. Me sonreí, ¿ellos pensarían que la sonrisa fue por ellos?, y seguí comiendo. El recuerdo fue más intenso porque más de una vez cenamos (¿por la hora ya cabría la expresión de desayuno?) quesotacos. El ataque nostálgico me hizo creer que en cualquier momento entrarían ellas o Don Pedro. Pero no. No fue así.

La culpa de todo lo que pasó fue del quesotaco definitivamente.

Crímenes perfectos

Me salió con la novedad, bien feliz ella, que estaba sola que no había ido su amigo. Ah, órale que bien le contesté. Enseguida le di un trago largo a mi cerveza y se fue. ¿Se suponía que me debería de haber ido corriendo detrás de ella? No tenía que haber ido muy lejos porque me senté en la mesa de enfrente. Me sentí ahí pero no por ella. Me senté ahí por Estela. Me sentí ahí por la mesera.

Descubrí que lo mejor de ella son sus amigos. Los extrañé. Algunos me saludaron pero la mayoría no (tampoco hice nada para ir a saludarlos yo). Mal pedo, ¿no? Sin ella cerca, bueno ya dije que estaba enfrente, debo confesar que estuvo aburrida la noche. Sin muchos sobresaltos. Los dioses jugaron a favor de ella, como siempre al parecer, y fueron todos sus amigos (incluso unos que no veía desde diciembre). Los únicos que me salvaron la noche, y más o menos, fueron las meseras. De repente se acercaban y cotorreaban un poquito. Hoy digo que ya me quedaré solo otra vez. Quién sabe.

Luego algo tenía que hacer que ocupaba el apoyo de sus amigos. Me fue a contar eso y entonces le pregunté: ¿y qué tienen que hacer tus amigos? Pero no me entendió o se hizo pendeja. No participo en el concurso o en lo que tuviera que hacer finalmente.

Calamaro expresa bien lo que pasó: la moneda cayó por el lado de la soledad... otra vez. Pero bien, eh. Todo bien. Dos comentarios antes de postear el video: El primero es que yo no fui de la quinta que vio el Mundial del 78 cuando Kempes y compañía salieron campeones. Lo segundo es que ahora igual que él estoy viendo paranoia y dolor... :(

La rola de Calamaro:

viernes, 8 de abril de 2011

¿Qué hago aquí?

Historia (reciclada) para mesa 21.

Insomnio

Todo el día me estuvo doliendo la cabeza (aún me duele) y por lo mismo no me podía concentrar en nada. Absolutamente en nada -por eso decía que me imaginaba viendo sin ver en la barra de un vips que ya sólo existe en mi memoria-. Fue muy chistoso porque como nunca me estuvieron preguntando cosas -y yo sin poder pensar-. El chiste, o lo que quiero contar, es que al acostarme -tarde para variar- me quedé un largo rato sin poder dormir. SUpongo que habrá pasado un poco más de una hora cuando me levanté al baño y enseguida me puse a leer. Terminé el libro del periodista Julio Scherer García que se llama Historias de Muerte y Corrupción. Me faltaba poco y bueno me acosté otra vez y de ahí ya no recuerdo nada. No recuerdo nada hasta que de repente tuve la sensación de que ya había dormido mucho. ¿Cómo pude haber dormido mucho si me habré dormido como a las cuatro? (alrededor de las cuatro) Por curiosidad estiré la mano para alcanzar el despertador ¡y no estaba! Me levanté prendí la luz y se encontraba debajo de la cama. ¿En qué momento llegó ahí? ¿Cuándo se cayó? ¿Cómo pasó? ¡No lo oí!

jueves, 7 de abril de 2011

Hallándome en Tangamanga II

Hallándome en Tangamanga es una frase que se le atribuye a Guillermo Prieto en la novela La lejanía del tesoro de Paco Ignacio Taibo II y hace rato comenté que así sin venir al caso vino a mi mente la frase. Tal vez sea que al hallarme, o haberme encontrado, en Tangamanga me recuerde muchos momentos chidos (y amargos) y que sea momento también de reconocer después de todo que fui feliz ahí. Estuve aburridón pero contento.

Después de comer, viendo hacia el HEB (la tienda estaba abajo) y mientras observaba a una señora gorda empujar un carrito recordé: ¡¡el café!! ¡¡Todo el pedo era por el café!! Y sí, todo el pedo era por el café. Era por eso porque me imaginaba viniendo al café donde se encuentra el mesero cantante (hoy no ha cantado lo cual es súper chingón) y en esa imagen mental me hacía falta la barra del vips. Recordé con nostalgia la barra y la columna sobre la que me recargaba. Hoy me imaginaba así, sin hacer nada, viendo a la nada o al cuadro que me quedaba enfrente o simplemente viendo, sin ver, hacia la calle de Luis Elizondo... Atrás, o de fondo, el ruido, las carcajadas de alguien festejando el chiste o pendejada de otro alguien. Me molestaría, seguro, pero intentaría aguantar o eso quiero pensar. Hoy me imaginaba recargándome sobre la columna con la intención de esconderme (sin lograrlo claro; ¿será por eso que escogí la mesa del rincón?). Hoy no me molestaría, quiero pensar, que no se acercara Elsa (por la hora digo) sin preguntarme si quiero más café... Lo que no está chido es que aunque siguiera abierto aquel vips me quedaría lejos y tendría que conformarme de todos modos con el café del mesero cantante.

Hallándome en Tangamanga

Mi carnala hizo que recordara las mañanas de invierno, a mi abuelita y al nescafé. Lo sorprendente es que además me recordó al kinder. Es raro porque esa época no tuvo nada de particular, excepto por una expedición (sin permiso por supuesto) por los misteriosos salones de la normal y porque un par de veces entramos tarde (después de recreo). Después de recordar al kinder sonreí un poco. Sólo un poco. Lo anterior provocó una ligera actividad en mi cerebro o en mi memoria (¿o en las dos?). Esto fue bueno porque sentí como si corriera una especie de aire fresco (si acaso eso se puede). Duró poco. Fue breve pero se sintió bien. Luego inesperadamente vino a mi mente la frase, que en la lejanía del tesoro se le atribuye a Guillermo Prieto, "hallándome en Tangamanga". Fue otro buen momento. Corto porque luego me interrumpieron...

martes, 5 de abril de 2011

Sueño (tonto tal vez)

Hace algún tiempo soñé que unos camaradas de letras, Juan T. LLamas y un servidor nos dirigíamos a pistear unas cheves en algún bar del centro de la ciudad. Nunca supe cuál era. O no me viene a la mente ahora. Fue un sueño muy peculiar porque unos íbamos en un carro. Después de un rato de ir manejando por Constitución nos alcanzó el camarada que nos faltaba pero iba en un carro de cartón!! Era como si fuera una alfombra mágica pero en el pavimento. Volaba en el pavimento. Tenía la ventaja que, como las motos, podía irse metiendo sin dificultad entre los autos.

No fue tan chido porque nos dejó muy atrás pero luego felizmente todos llegamos al bar. Lo que si estuvo chido es que ya nos esperaba a todos con una ronda de cheves bien heladas.

lunes, 4 de abril de 2011

De las crónicas...

Hace como un año escribí un cuento sobre futbol. El personaje enfermo de verlo tanto por sugerencia médica empieza a alejarse un poco del juegi, sólo lo sigue por periódico o por una lista de correo electrónico. Parte de la enfermedad es que todo lo relaciona con futbol. Todo. Claro, un poco es mi historia.

En la mañana vi un gol de River de esos que ya casi no se le ven. Tocan, tocan y terminan con un pase a la red. Más bien con un cabezazo a la red. Me emocioné. Es un gol que ya casi no se le ve a los de River. En fin, aquí va el gol narrado por Atilio Costa Febre:



El caso es que me acordé de mi cuento porque he andado buscando un libro y nada más no lo encuentro. En la primera aproximación busqué al autor del libro y nada. Me prometió conseguirme libros pero no, resultó que no. Pero me hizo darme la vuelta eso no me cayó nada bien. En la siguiente llegada, en la casa universitaria del libro, me dijo el guardia que si lo venden ahí pero que hoy es lunes!! Uy, la pelota pasó cerca de la portería. Quiero pensar que ante tanta insistencia anotaré el gol (conseguiré el libro)... Ignoro qué es lo que me está motivando a andarlo buscando tanto.

En fin.

Lo que si está chido es que ando menos encabronado que en la mañana.

Nota: se llama de las crónicas porque el libro es sobre crónicas de lucha libre.

Proyectos

Los proyectos que he visto no salieron tan chidos. Para variar... Ojalá los de mañana si estén mejor.

domingo, 3 de abril de 2011

...

Pues sí. Leí la novela La lejanía del tesoro. La platicamos un ratito mis camaradas y yo. Creo que comenté menos de lo que tenía pensado decir... Me alegró que al menos hubiera sido el 2 de abril fecha en que Porfirio Díaz...

No, el problema no fue la novela. La leí y ya. El problema fue que me vi en la penosa necesidad de abandonar a mis cada vez más cercanos amigos para cumplir con una promesa hecha hace dos semanas. Todo iba bien, según yo, hasta que llegué a buscar a mi amiga... cuando llegué estaba con otro cabrón! En principio eso no me molesta. Lo que me molesta es que yo le había dicho que quizá no iba por la lectura, por los comentarios de La lejanía del tesoro, pero ella me hizo prometer que aunque fuera tarde iba a llegar. Pues llegué y estaba con otro cabrón... Lo que me molesta es que la tomé en serio. Probablemente ella dirá: "es que andaba pisteada aquella vez".

El problema es que yo no salgo con esas mamadas ni sobrio ni borracho. Me caga.

Chingada madre.

Nota: cabe aclarar que no por haberme "plantado" me la pasé mal pero si me cayó mal que hubiera cambiado mis camaradas por nada.

sábado, 2 de abril de 2011

La lejanía...

Pues terminé...

viernes, 1 de abril de 2011

Gastritis

Tengo gastritis. Bueno aún me duele el estómago después de la batalla, que ni fue batalla, de hace unos tres viernes. Eso no está chido. Pero no voy a consultar. No está chido pero no dejo de beber los sábados (y claro los domingos no son agradables).

En otro asunto. ¿Terminaré La lejanía del tesoro de PIT II? Ya es para mañana :/