jueves, 14 de abril de 2011

Susto II

Yendo por Junco de la Vega apunto de cruzar el arroyo seco me desesperó el carro que iba adelante. Traía una hueva infinita y lo rebasé. No se debe hacer pero lo hice. Me cuestioné mi acción lo juro. Me cuestioné porque prisa lo que se llama prisa no traía. Luego un poco más adelante se me atravesó una camioneta. Reduje la velocidad y todo iba hasta cierto punto normal. Me puse a pensar que tal vez me estaban retrasando deliberadamente mi trayecto. Me reí de ese pensamiento lo confieso. Después crucé Garza Sada, yendo por 2 de abril, y me apuré para alcanzar el semáforo en verde que está por Palestina (por ahí está el súper roma como a una cuadra de la Iglesia del Rosario) y ¡zas!, ¡se me atraviesa una camioneta y me pega!

La señora (la de la camioneta) estaba muy asustada. Me dijo que iba despacio. Puede ser. El problema es que se pasó su rojo. Me dio justo entre la llanta trasera izquierda y la puerta (por poco me da el golpe de lleno a mi, uy). Giré dos veces (o esas fueron las que conté). Lo único que me pasó por la mente fue ya que había valido madre (por como se sacudió el carro) . Según el tránsito derrapé unos 10 metros. ¿Habrá sido tanto? No sé. Lo único que yo deseaba era que no viniera ningún carro ni que por el impulso fuera a dar hasta el otro lado (por los veía muy cerca). Pero no. Afortunadamente no pasó a mayores.

Chale.

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