viernes, 15 de abril de 2011

Vagando

En esta semana -entre examen y examen- he andado vagando por las calles del centro de la ciudad. Me he encontrado cosas muy curiosas. Por ejemplo, descubrí un gimnasio de box que se llama "el uppercut". En la mera entrada había una pila de cartones de cerveza. ¿Habrá bar en el primer piso y en el segundo es el gimnasio? Misterio. Me quedé con las ganas de tomarle una foto pero no traía con qué.

Otro día me decidí a comer en el mercado juárez. Comí cabrito en el pipiripau(la pierna de cabrito más cara de la historia pero la verdad es que si llenas). De ahí entré a un bar que se llama Lontananza. Tenía casi seis años queriendo entrar pero no me había animado. El lugar está bien. Me tomé una cheve y me comí un caldo de pollo. En ese rato mientras me comía el caldo entró un tipo queriendo vender escobas y trapeadores!! Increíble. ¿Quién compraría algo así en un bar? Me imaginé a un borracho brindando con una escoba. La abrazaba y disfrutaba una velada bien chida acompañado por su fiel amiga la escoba... Al salirse el vendedor casi inmediatamente los señores de la mesa de enfrente se fueron. Se despidieron del que yo pienso que es el dueño. Incluso se despidió de mí! ¿Y de mí por qué se despidió si no lo conozco? Quién sabe.

Ayer entré por primera vez al indio azteca. Está bien. Lo que no está bien es el precio. Por ese precio prefiero al rancho viejo.

El lugar más raro que me encontré fue el lugar que por fuera dice ser "Bar y Masajes". ¿Ese será el goce más chido del mundo? ¡Mientras pisteas te dan un masaje! Todavía, sin embargo, no superan al camarada que en una mano traía una cerveza, en otra traía una pieza de pollo y además estaba cogiendo. Por si fuera poco manejaba en la carretera. Todo un espectáculo, sí.

Hoy, por otra parte, debería de ir a saludar a la musa de las cheves.

2 comentarios:

Juan T. Llamas dijo...

Doctor:

El dueño del bar “Lontananza” es Chuy Chapa.
Una de las celebridades más altas para los borrachos de Monterrey.
Se trata de un hombre con uno de los dones más elevados: tiene una facilidad tremenda para hacer amigos.

Es un personaje muy apreciado por nosotros, la élite de los dipsómanos.
Lo conocí en 1978, ya que me lo presentó su compadre del alma, Toño Ayala, propietario de “El Ranchito”, originalmente “Mi Ranchito”, el cual está ubicado en la esquina de Venustiano Carranza y 5 de Mayo.
El lugar (Lontananza) siempre ha sido una piquera, pero el hombre sabe con quién tiene que lidiar y en qué momento.

No recuerdo la última vez en que estuve ahí, pero debió haber sido en los noventa, acompañado de otra celebridad, Cristelo Montemayor y Lozano-Morton.

Chuy Chapa solo es superado por “el güero Rocha”, en cuanto a amistades se refiere.
Ezequiel, el güero Rocha, es tío de Rubén Zarazúa, antiguo Procurador del Estado y hoy litigante. El güero puso la cantina “El Blondy”, en 1976, que ya no existe, en la esquina de Arteaga y Xicoténcatl. Fue un lugar, en ese año, en donde conocí a lo “Grandes Maestros”.


El “Indio Azteca” es otro pedo.
La alta sociedad presente.

De la cual no están excluidos los clientes de Chapa y de Rocha.
Ha sido un lugar de reunión de la crema y nata de los sampetrinos.

Me atrevo a mencionar unos nombres:

El médico Ramiro Montemayor Martínez, de mi pueblo.
El médico Roque Garza de la Garza.
Alfonso Romo Garza-Madero.
Fidel Segura (“diosito”, porque nadie lo puede ver).
Los hermanos Juan y Pepe Fidalgo (Juan, descansa en paz).
Mis ex jefes del Banco, Óscar González Saracho y el inolvidable Tacho González Flores.
Lorenzo Zambrano Treviño.
Jaime Garza y Garza (“el gallo copetón”).
Ramiro García Price (eterno Ramiro: murió a los 96 años de edad de puro coraje).
Martiniano Sepúlveda.
El “prieto” Arnulfo de la Garza (hermano de Lucas).
Enrique von Versen.

Se me va la cabra, Áyax.

El Indio Azteca abrió sus puertas (persianas) en 1926.
Mi padre fue amigo personal de la segunda generación de dueños. Ya todos muertos, como en un cuento de Rulfo.
Hoy en día me conocen los nietos del fundador, modestia aparte.

Cambiamos los hombres: me dice el abogado Arnoldo Santos, primo de mi compadre, Héctor Porte, que ahora la raza se junta en “La Nacional”, sea de la calzada Madero o de San Jerónimo.

Tiempos que me vieron ir, doctor.

Los años de Carlos González Morado (R.I.P.), Rodolfo López Campos (que ahora vive en Cancún con una chava hermosa que puede ser su hija), Ernesto Rangel Domene (R.I.P) y “El perro” Maldonado.

Gracias por traerme tan gratas memorias.

Ayax dijo...

Me acuerdo haber visto una placa o algo parecido con su nombre. Tengo la impresión que antes el bar era más grande pero ahora ese espacio lo ocupa un oxxo (creo que es lo que está en la mera esquina de Juárez y Arramberri). Es una lástima que sea tan pequeño.

Sobre Mi ranchito. He pasado por ahí, también caminando, pero no he entrado. Tenía la vaga idea de que me la habías mencionado alguna vez. Digo tenía porque ahora que lo escribes me confirmas que es posible que me la hayas mencionado.

Pienso volver a ir (al lontananza).

Saludos!