domingo, 3 de abril de 2011

...

Pues sí. Leí la novela La lejanía del tesoro. La platicamos un ratito mis camaradas y yo. Creo que comenté menos de lo que tenía pensado decir... Me alegró que al menos hubiera sido el 2 de abril fecha en que Porfirio Díaz...

No, el problema no fue la novela. La leí y ya. El problema fue que me vi en la penosa necesidad de abandonar a mis cada vez más cercanos amigos para cumplir con una promesa hecha hace dos semanas. Todo iba bien, según yo, hasta que llegué a buscar a mi amiga... cuando llegué estaba con otro cabrón! En principio eso no me molesta. Lo que me molesta es que yo le había dicho que quizá no iba por la lectura, por los comentarios de La lejanía del tesoro, pero ella me hizo prometer que aunque fuera tarde iba a llegar. Pues llegué y estaba con otro cabrón... Lo que me molesta es que la tomé en serio. Probablemente ella dirá: "es que andaba pisteada aquella vez".

El problema es que yo no salgo con esas mamadas ni sobrio ni borracho. Me caga.

Chingada madre.

Nota: cabe aclarar que no por haberme "plantado" me la pasé mal pero si me cayó mal que hubiera cambiado mis camaradas por nada.

No hay comentarios: