miércoles, 29 de junio de 2011

Culpable

Me siento culpable. Al salir del trabajo pensé que sería buena idea caminar un rato una media hora, pero luego vi las nubes y se notaba que en cualquier momento llovería. Así que en lugar de quedarme a caminar mejor me fui a tomar unas cheves... Desde ahí oí llover (¡Oí gente correr y no estabas tú! Ya sé, la canción dice otra cosa). Se oía que afuera del bar caía un aguacero. Mientras más tiempo pasaba más agua caía (o eso parecía).

Lo único divertido del rato en ese lugar fue un partido de beisbol entre San Francisco y los Cachorros de Chicago. Ganaron los Gigantes pero me quedaba lejos la televisión muda por lo que no supe cuántas carreras hizo cada uno. Antes que terminara el juego, así sin voltear a verlo siquiera, el mesero me llevó unas tostadas! Me imagino que las llevó para que no me ande quejando. (La verdad es que sí me pusieron más atención). Lo único malo del partido es que la señal de iba de vez en cuando por la lluvia.

Recordé que el año pasado tomé una decisión similar el 30 de junio. En lugar de irme directo a mi casa llegué a tomarme unas cheves. Me acuerdo porque al otro día era primero de julio (no me digas) y era la fecha límite para registrar un trabajo al congreso. Con todo y el huracán Alex tuve que salir para hacer el depósito para estar al corriente con mi cuota como socio (y poder ser tomado en cuenta para el registro en el congreso). Este año podría pasar algo similar. El detalle es que no tengo nada concreto para participar.

Del bar me salí ya cuando iban a dar las once aunque todavía seguía lloviendo.

Nota: puse la versión de la Maldita vecindad pero la original es de Armando Manzanero

martes, 28 de junio de 2011

Promesas que se hacen en la infancia

Hace algunos años Monterrey fue sede de un mundial juvenil. No sé si sub-23 o sub-17 o sub-qué pero me quedé con el mal sabor de saber que mi papá no me quiso llevar. Me moría de ganas de ver el partido que fuera pero no pude asistir. La explicación, según recuerdo, fue que estaba muy pequeño. Fue en el 84 o en el 85 algo así (¿o fue el 83?). La revancha llegó en el 86 pero ya no fue lo mismo. No para mi al menos. El Portugal vs Polonia ni el España vs Argelia fueron suficientes. Tampoco el juego de octavos de final Alemania vs Marruecos que me quedé con la sensación de que debió ganar Marruecos. Aquel campeonato juvenil lo ganó Brasil. Entre los jugadores que venían con esa selección era Dunga.

A lo que voy, o lo que quiero contar, es que cuando me negaron la posibilidad de asistir al juego, de no sé quién, me prometí que sí México organizaba otro mundial no faltaría a ningún juego... Muchos años después debo reconocer que no me ha importado mucho el torneo sub-17. Me enteré después que Argentina jugó aquí (con un no fue muy afortunado resultado). De la selección mexicana si supe pero tenía clase a la hora del juego.

Qué triste.

Cosas que pasan

Como me ha pasado antes: me compro un libro y termino leyendo otro que ya tenía pero ni lo había abierto. Lo que me puse a leer el fin de semana es La marrana negra de la literatura rosa.

Todavía me faltan varios cuentos para terminarlo...

Descenso

Ya lo había escrito antes. No se veía respuesta futbolística ni anímica de parte de River Plate. La historia culmina con el descenso a la B.

Ni hablar.

viernes, 24 de junio de 2011

Cosas que pasan

Anoche salí un rato después del trabajo. La onda era llegar a un lugar que tuviera clima y botana. El de las botanas no andaba muy amable y sólo se detuvo un la mesa un par de veces. Me cae mal levantar la mano y todo lo que eso implica. Chiflado. Estoy chiflado lo sé pero también dejo propina a cambio. No sé si mucha o poca pero dejo. Si se portan así como él no dejo nada. No me siento cómodo. No me gusta dar lata tampoco. No abuso. O al menos eso creo.

Mientras me tomaba mi cerveza se me antojó estar en Mazatlán. ¿Qué tiene de especial? Me imaginaba pisteando en la noche frente al mar y de fondo (aquí viene el placer culposo): música de banda... La única vez que estuve así no fue tan divertido (y no fue de noche). El mesero andaba echo bolas queriendo quedar bien con una mesa muy grande (eran ganaderos o algo así). Luego descubrí a dónde tenía que ir por la cheve y asunto arreglado. Se agüitó pero uno tiene sus prioridades. Así como él quería quedar bien con aquellos yo quería cerveza (no se puede comparar lo sé, ya reconocí que estoy chiflado hace un ratito). Ese cuate me daba un poco de risa porque nunca iba a quedar bien con ellos pues querían que les vendieran cerveza para el camino pero "con un chingo de hielo". ¿De dónde? ¡Y aparte no se iban! A huevo que se derretía el hielo y entonces ahí tenían al morro yendo y viniendo regañado por los clientes y por los jefes por haberse comprometido así.

El caso es que mientras me imaginaba en Mazatlán vi que andaba una mesera con la que habré cruzado tres o cuatro frases (que no sea "me das otra tecate (o indio)"). La última de su parte (que no haya sido, ¿quieres más cerveza?) fue "a veces me gustaría ser como usted. Se ve muy tranquilo". No me creyó cuando le conté que por dentro soy un manojo de nervios. De tranquilo no tengo nada. Luego se fue y ya. De veras...

Lo curioso es que después de un rato llegó un conocido y se sentó en mi mesa, es que a él sí lo saludó y a mí no me saluda... jaja.

Chale.

Crónica

Creo que ya soy un aficionado al género de la crónica. Puede ser que lo haya sido desde siempre pero no me había dado cuenta. Lo cuento porque hace rato, después de comer, me fui a la librería Iztaccihuatl. No vi muchas cosas (quiero decir que no me quedé mucho tiempo). Me divertí mucho cuando encontré los libros que hablan sobre la energía cuántica. Hubo otro de no se quién que me alegró el rato. Hablaba sobre una obviedad. Decía algo así que cuando te des cuenta que eres perfecto no necesitas buscar afuera la perfección... eso está bien, cada quien, lo que me llamó la atención es que dice:"tal vez no aprecies un cambio pero si hay un cambio! Estás alegre (porque eres alegría), Dios está contigo, etc." Eso de que tal vez no notes nada no me gustó... Pero mejor dejo de mal citar al autor (de quién no recuerdo el nombre) y voy al punto.

Se me ocurrió preguntar, igual que la semana pasada, por Mariana Constrictor pero sigo sin encontrarla. No es cierto. La hallé en la librería que está en plaza real pero al ver dos libros de "Guillermo" preferí comprar viaje al centro de mi tierra que resultó ser de Guillermo, sí pero Sheridan. No me quejo. Fue un encuentro afortunado. Entonces mientras recorría las mesas y libreros sin saber bien a bien dónde podría estar se me acercó una chava a preguntarme si andaba buscando algo en particular. Le comenté sobre Guillermo Fadanelli y sólo encontró Plegarias de un inquilino. Estando por esa sección, de la editorial cal y arena, me puse a ver si alguno se destacaba sobre los demás, me puse a ver si alguno me gritaba llévame llévame; y así fue como di con Giros negros de Enrique Serna.

No he avanzado gran cosa pero al principio habla de la vida nocturna en la cd de México de antes de mediados los noventa, cuando había carabets (¿todavía habrá alguno?). Menciona un lugar que me hubiera gustado conocer que se llamaba el Club de los Artistas. De acá sólo recuerdo que mencionaban mucho el Mala noche no. ¿Era cabaret? Me tocó ir a uno donde hubo variedad, casi enfrente del reno (ahora téibol). Pero nada más. No me tocó el mala noche.

Espero que continúe interesante. Me resulta inevitable hacer comparaciones o imaginar los lugares a partir de lo que me ha tocado conocer... a ver cómo sigue.

martes, 21 de junio de 2011

lunes, 20 de junio de 2011

Perra brava

Esta canción está basada en la novela Perra brava.

Sueño 04-11 (Parecían fantasmas)

Intenté dormir durante el fin de semana pero la temperatura registrada en los últimos días me lo impidió. Ayer dormí una hora (quizá) pero no fue suficiente. Durante los momentos que dormí (o durante los que pienso que lo hice) me la pasé repasando imágenes de la última novela que leí. Demasiada violencia hay en la calle para todavía ponerse a leer sobre ella, pensaba (o soñaba). Me leí el fin de semana la novela Perra Brava y no me he podido quitar las canciones del Cártel de Santa. Particularmente de una. Desde el viernes ando con la tonada de esa rola.

El caso es que soñaba militares. Para los que interpretan sueños, ¿qué significará soñar con militares? Mi diagnóstico es que estoy bien jodido... en lugar de soñar viejas bien buenas uno sueña militares disparando. Soñaba militares que andaban como fantasmas en la ciudad por varios días hasta que caían de "sorpresa" en una "movida". También soñé que se subían a los techos de los edificios y esperaban. Siempre esperaban y esperaban a que saliera algún wey a intentar vender o comprar. Cuando se hacía la operación les disparaban. Inmediatamente desaparecían. Sabíamos que estaban ahí pero no sabíamos dónde. Lo mismo pasaba en las tiendas donde andaban vestidos de civiles pero en cuanto se armaba algún desmadre sacaban las armas de quién sabe dónde y hacían lo que tenían que hacer.

Lo curioso es que el general, que andaba al mando de todo el pedo, siempre andaba encapuchado. Decían que no tenía historia ni familia ni nada. Ejecutaba funcionarios y policías corruptos en la calle. Decía que era mejor que lo acusaran después por crímenes de guerra que por meterlos al bote y que ahí siguieran operando... o (¿peor?) que los dejaran salir.

... 5

Las últimas tres semanas sin proponérmelo he pisteado los jueves, viernes y sábado. En ninguna de las ocasiones me he dejado caer. La consecuencia es que descanso menos. Lo curioso es que los dos últimos sábados he llegado, al lugar de los sábados, menos platicador que de costumbre. Aparte el golpe de la River Plate... en serio, me pegó la derrota.

El caso es que no estuvo tan divertido como podría o debería haber sido.

sábado, 18 de junio de 2011

River

Perdió River Plate. Una derrota la tiene cualquiera podrán decir, sin embargo el problema es que hoy no podían perder. Perdieron ante Lanús 2-1 en el Monumental. Parece (no sé si ya lo confirmaron) falleció un hincha durante el partido. Increíble.

Por primera vez en su historia el club tendrá que jugar la promoción. ¡Si pierde desciende!

Seguro si Beto hubiera visto el juego (¿o sí lo vio?) habría quebrado la televisión y se tiraría al piso enloquecido...

viernes, 17 de junio de 2011

Redes

Necesito ponerme a estudiar unas cosas que llaman redes educativas. El curso pinta chido. Ojalá se abra.

Sueño 04-11

Tuve un sueño bien menso. Bien pendejo. Llegaba, quizá por equivocación, a una reunión donde estaba una amiga. No conocía a nadie más. Sólo a ella. Los demás eran amigos y familiares de ella. Después de un rato se cambiaron a otra parte. Se suponía que los seguiría pero al poco tiempo me regresaba. ¿A qué? No lo sé. Pedí permiso para entrar al baño (no me regresé a eso según yo) pero me mandaban a uno que olía mal y estaba sucio. No me cayó bien. Para no hacer la historia más larga innecesariamente diré que me salía de ahí con la intención de buscar cualquier árbol que me cubriera lo suficiente... la alternativa era entrar a un bar. El caso es que me sentía mal porque después de todo había perdido los privilegios. ¿Los privilegios de qué? ¿De entrar a un baño que oliera mejor?

Me desperté riendo. Me causó risa la onda del sueño de ponerme a pensar en privilegios!

lunes, 13 de junio de 2011

... 4

Esto de los puntos suspensivos se debe a que no tengo títulos mejores. Esta cuarta parte viene por el mero pretexto que estamos en un examen que puede ser cualquier cosa menos rápido. Ya casi se acaba la hora de clase pero es un pretexto para ponerme a escribir. El caso es que hace rato fui a plaza morelos. ¿Y qué con eso? Pues nada. Me fui con la intención de comprarme un pantalón. Antes pasé por una tienda para ver si algún saco me decía "cómprame" pero no. Debí ir a la que no me falla. Decidí no entrar y atenerme a la compra del pantalón (de mezclilla solamente). La compra no resultó tan éxitosa como lo hubiera deseado. Pretendía comprar uno azul y otro negro pero de mi talla sólo tenían el negro. El azul me quedaba muy largo y me dio hueva pedir que me lo arreglaran.

La ventaja de haber ido es que me cayó bien la caminata. A mi piel no le cae nada bien el sol pleno de la una de la tarde pero no podía ir a otra hora. (¿Y por qué no ir a tiendas en sábado o domingo?)

También llegué a una librería (¿ya es la única que queda ahí?) y me sacó de onda ver un libro que en su portada decía: Áyax y Electra. Por supuesto, sólo pueden ser las tragedias de Sófocles pero no es muy usual ver mi nombre en otra parte que no sean mis notas o credenciales o tareas/trabajos de alguien más (alumnos). Sentí bien raro. Lo ví de reojo y pensé que ver mi nombre era motivo de confusión pero no era. Si decía Áyax de verdad.

... 3

En otras noticias el viernes vi a un camarada. A dos para ser exactos. El lugar de la reunión fue en un lugar al que no acostumbro ir. Me refiero al rumbo. No conozco nada. No me ubico. Tenía que tomar el atirantado y luego tomar una calle llamada anillo periférico. Me perdí... Pregunté, antes de perderme y me dijeron que me fuera por otro lado. No fue divertido.

Se rieron mucho de mi desorientación. Uno de ellos dijo que las indicaciones las podía seguir cualquier doctor menos yo. El problema aquí es que no soy lo suficientemente exótico como para ubicarme porque ese día la estrella Sirio se veía en el cielo con mayor intensidad y por sus coordenadas... eso les diría muchas cosas. Desafortunadamente eso no funciona conmigo. Prefiero confiar en la humanidad, aunque a veces ésta decida burlarse y mandarme por otro lado...

Por otra parte, la semana pasada se me perdieron varias cosas. Perdí un examen (¿cómo me pudo pasar?), una llave y mi licencia de conducir. Antes estaba muy pendiente de donde ponía y dejaba las cosas. Me relajé o ahora pienso en otras cosas pero me resulta muy incómodo que me pase.

domingo, 12 de junio de 2011

... 2

Esta entrada se llama ... 2 porque existe un ... 1 pero en borrador. Tal vez luego lo publique.

Ayer fue un día muy agotador. Me desvelé y levanté temprano. No pude volver a dormir hasta ya muy de madrugada. No fui a la reunión de generación. En las fotos que subió una compañera se ve que se la pasaron bien. Veo las fotos y no me veo. Claro, ¡no fui!, pero me refiero a que no imagino ni echo de menos el haber ido. Hice bien en no ir. Fin del tema.

En la tarde me fui a platicar con un cuate al que no veía desde semana santa (un poco antes de las vacaciones). Hablé poco, no es novedad lo sé, pero me cansó mucho. Fueron como cuatro horas y quedé agotado. Hacía mucho tiempo que no ponía tanta atención a una conversación por lo mismo. Además luego no sé qué hacer con lo que oí. Me queda la sensación que el peso del que se liberó la otra persona me lo llevo yo. No debería ser así pero, ¿y qué hago?

Llegué fundido al lugar que suelo ir los sábados. Llegué más tarde de lo normal. Se les ocurrió hacer el chiste que ya estaban por ponerme falta. No les hice mucho caso. Me resultó muy complicado seguir la conversación. Ya cuando estaban por cerrar se acercó una mesera para contarme que ya se iba a salir para ahora sí ponerse a estudiar. ¡Y no paraba! Hablaba y hablaba. Ya me dolía la cabeza de verdad. Fue bien raro.

En fin.

jueves, 9 de junio de 2011

Viaje al centro

Empieza muy divertido el libro de crónicas Viaje al centro de mi tierra de Guillermo Sheridan. A lo mejor me lo parece porque estoy aquí en el café, sin tomar café, pensando que hoy no tendré prisa por nada. Me he mentalizado (ja) y soy muy feliz (ja).

Quizá influya que la comida me cayó bien. Pueda ser que la comida me haya ayudado para mejorar mi humor. Todo iba muy bien hasta que pusieron la música del buki. Mejor pagué y me salí de ahí. Ya los conozco y sé que pondrán el disco entero. Ahora la colección musical del café del mesero cantante creció. De oir solamente a OV7, Luis Miguel y a Enrique Iglesias; ahora se añade la música del Buki. Lo bueno es que casi nunca voy.

Anoche me entusiasmaron un poco en el doctorado. Me dicen que probablemente me den una materia bien chida. Luego al salir me enteré que en la Revista Deliberación me publicaron un cuento (o una confesión de futbol como dijo Joserra). Con ese cuento estrené el pseudónimo de Beto Zaragoza.

Esa clase de los miércoles ha sido agotadora. Los primeros días de la semana son muy intensos, muy estresantes, luego a los jueves y viernes ya llegó muy cansado. Ya ni me concentro. Manejo mal el tiempo, el esfuerzo, etc.

En fin.

martes, 7 de junio de 2011

Que veinte años no es nada

Que veinte años no es nada cantaba Gardel... Veinte años después mis compañeros de generación se quieren reunir. Siguiendo con esa canción, en mi caso, las nieves del tiempo, sí, platearon mi sien. No completamente pero ahora es en su mayoría blanco. O así lo veo, no sé.

Por aquella época recuerdo que Pumas salió campeón. Recuerdo que ganaron con un tiro del Tuca Ferreti desde fuera del área. Golazo. Tenía quince años. Ese mismo año, antes de la graduación, leímos El llano en llamas. Algo que no he superado, desde entonces, es el trauma que representó leer a Benito Pérez Galdós. A lo mejor no era tan malo pero como dejé más de media novela para un día antes sufrí la parte final. Además ya había visto la película, de Marianela, y en la novela todo era más lento. No sé si imaginar a Rocío Dúrcal como Marianela me ayudó o no. Juraba, entonces, estudiaría cualquier cosa que tuviera que ver con la literatura. Pero no fue así.

Tal vez debí seguir ese camino.

El caso es que aún no sé si ir a la reunión.

¿Para qué me hago güey si los sábados prefiero salir cuando ya no hay sol y para pistear (¿se puede hacer alguna otra cosa?)?

La historia frustrada del doctor

Estaba imaginando una historia acerca del importante Dr. Alberto Zaragoza cuando de repente me interrumpieron y la olvidé... oh.

Decidí ponerle apellido a Beto. Ahora se llamará Alberto y se apellidará Zaragoza. A diferencia del Beto Zaragoza original no cantará boleros. Para la historia de hoy había una chica llamada Arlette que le preguntaba qué hacía y el mamón de Alberto Zaragoza le contestaba que era SNI II de la facultad de Ingeniería. ¿Por qué dos y no tres? Es un mamón porque hacer lo que se llama hacer, no hace nada pero gracias al trabajo de sus tesistas ha conseguido llegar al nivel dos. Nadie sabe cómo llegó hasta ahí realmente. Digo que es un mamón porque bastaba con decirle a la adorable Arlette que trabajaba en ingeniería y ya. ¿Para qué escupirle en la cara que es un investigador?

Es una vergüenza para los investigadores nacionales.

Hoy...

... no me siento precisamente bien.

Tan mal me siento que me dan ganas que me consientan (que no es muy seguido, creo). Sin embargo, es una cosa muy rara porque tengo ganas de estar solo. No hay café en la sala de maestros y eso tampoco ayuda.

Se me antoja más ir a comprarme una cheve que ir a mi clase. Francamente.

lunes, 6 de junio de 2011

Sueños 03-11

Dormí poco anoche (¿Acaso esto es novedad?). En el poco rato que dormí soñé que estaba de visita en la casa de un camarada. Luego resultó que ya no era su casa sino la mía. A veces él caía pero era yo el que vivía ahí. En una de esas se armó una fiesta de manera inesperada. Bueno, más que fiesta, fue un convivio de cuates que no suelo ver muy seguido. Principalmente se trataban de amigos de prepa y otros de mis camaradas recientes. La mesa, donde estábamos más o menos acomodados, era larguísima y los que estaban en el extremo contrario al que ocupaba yo empezaron una absurda guerra de palomitas. Estaban cabrones porque, aunque no nos hacían daño, eran muchas muchas las que lanzaban.

¡Lo raro es que usaba como escudo una almohada!

sábado, 4 de junio de 2011

Temas varios

I ¿Asesor del cotorreo? (¿Existe tal cosa?)

Asesor del cotorreo... ¿eso existe? Supongo que no es algo tan serio porque después de eso el mismo gritó: "¡Dalila eres la más bella!" Lo único que se me ocurrió pensar es que por güey le iban a cortar la greña (mal chiste, lo sé).

Lamento no haber escuchado la respuesta de Dalila. ¿Se sonrojaría al menos?

Misterio.

II Estudiantes

Los viernes no son los mismos sin los Estudiantes (Tecos). Sin los juegos de ellos son muy aburridos. Ojalá empiece pronto la liga otra vez.

III. Puentes

Extraño ir al Puentes. Extraño a la musa de las cheves. Sin embargo, hoy preferí fresear e ir a un lugar con clima y botana. Este lugar tiene la desventaja de que es más caro que aulas 8. Por esto último me regañó un profesor de matemáticas hace poco. Me preguntó: ¿es más caro que aulas 8? ¿A qué vas ahí entonces? La respuesta, tristemente en este momento, es que al mezquite ya lo cerraron, a parte no sabía si unos camaradas iban a caer en las jarras o no.

Antes que mis camaradas me hablaran pensaba que sería buena idea imitar a mi camarada, el profesor de matemáticas anteriormente citado, y caer al lugar de los sábados en viernes, y así; decirles a Estela, a Samanta, Elizabeth o Mario: "qué, los sor... pren... dí". Lo raro es que traigo bien grabada la manera de comunicarles él a sus camaradas del bar, donde que caímos, que aunque fuera viernes le habían dado ganas de ir...

IV Fuera de lugar

Hay una canción que usaban para iniciar un programa de radio hace algunos años en una estación de radio que por esa época se llamó "rolas y bolas". Esa canción, para el programa que hablaba de futbol, principalmente de Monterrey si mal no recuerdo, iniciaba y cada que iban a comerciales la ponían. La canción se llama fuera de lugar. El propósito de recordarla es porque precisamente se siento fuera de lugar... A parte, creo, que expliqué mejor que otras veces el tema para este parcial y los resultados encontrados hasta el momento no han sido muy alegres.

jueves, 2 de junio de 2011

Una historia que podría tener moraleja pero no la tiene

Hace dos años en la librería del FCE, la que está en eje central, pregunté por una novela de Salvador Elizondo (Farabeuf). La respuesta no fue la que esperaba, pues pensaba, que si preguntaba allá era más fácil que encontrarla acá, pero no fue así. Me contaron que se agotó la edición y que no tenían pensando editar más. La persona que me atendió ni siquiera le pegó al tío Lolo (¿por qué se dice así?) para ver el catálogo para ilusionarme un poquito o entretenerme o qué se yo. El caso es que me dio la información como si ya le hubieran pedido lo mismo muchas veces (quizá sí). Me salí decepcionado aunque de todos modos como consolación me compré una antología de cuentos mexicanos. La compré porque uno de los autores es camarada. Lo compré y me fui a leerlo al café tacuba (no les hizo mucha gracia que sólo quisiera café y luego me pusiera a leer). Lo que pasó después no viene al caso.

Toda esta historia es porque, ¡me encontré la novela en la mesa de novedades de la Gandhi! En la mesa de novedades... Puede ser que alguien se arrepintiera y la haya dejado ahí o puede ser que el universo decidió, ¿arbitrariamente?, ponerla ahí, enfrente, el día de hoy. ¿Por qué no la semana pasada o el año pasado? No lo sé ,el caso es que hoy después de comer me la encontré. Chido.

Fue algo muy raro porque estaba ahí pero no me la pusieron tan fácil, no. La novela estaba debajo de un libro que normalmente no habría hojeado. Se trataba de un libro de entrevistas de Jorge Ramos. Entrevista a los personajes que se han ido perfilando como "presidenciables" para la elección del próximo año (Nota mental: debo tramitar mi credencial de elector). Me dio curiosidad por ver la entrevista a AMLO y a Ebrard. Sino hubiera sido por eso... nunca la habría visto. Nota: al salir me dieron ganas de echarle un ojo a lo que dijo Josefina Vázquez Mota (tal vez debería leer las entrevistas bien, con calma. Lo malo es que el libro no traía el precio).

Supongo que esta historia se podría prestar para sacar alguna moraleja pero no la tiene. ¿O sí?