martes, 28 de junio de 2011

Promesas que se hacen en la infancia

Hace algunos años Monterrey fue sede de un mundial juvenil. No sé si sub-23 o sub-17 o sub-qué pero me quedé con el mal sabor de saber que mi papá no me quiso llevar. Me moría de ganas de ver el partido que fuera pero no pude asistir. La explicación, según recuerdo, fue que estaba muy pequeño. Fue en el 84 o en el 85 algo así (¿o fue el 83?). La revancha llegó en el 86 pero ya no fue lo mismo. No para mi al menos. El Portugal vs Polonia ni el España vs Argelia fueron suficientes. Tampoco el juego de octavos de final Alemania vs Marruecos que me quedé con la sensación de que debió ganar Marruecos. Aquel campeonato juvenil lo ganó Brasil. Entre los jugadores que venían con esa selección era Dunga.

A lo que voy, o lo que quiero contar, es que cuando me negaron la posibilidad de asistir al juego, de no sé quién, me prometí que sí México organizaba otro mundial no faltaría a ningún juego... Muchos años después debo reconocer que no me ha importado mucho el torneo sub-17. Me enteré después que Argentina jugó aquí (con un no fue muy afortunado resultado). De la selección mexicana si supe pero tenía clase a la hora del juego.

Qué triste.

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