lunes, 16 de abril de 2012

Concentración

Después de aplicar el segundo examen salí corriendo para comer lo más pronto posible. Esperaba (y espero) que la tarde me rindiera para muchas cosas. Ahí la llevo. Lo curioso es que cuando tomé el tenedor para comer me puse a pensar que en todo el día no me había concentrado en nada (no puedo me duele la cabeza). En esas andaba cuando de repente escuché que alguien relativamente cerca de donde estaba exclamó: ¡provecho profe! Supongo que pensaron que no me iba a dar por aludido porque en eso sentí una palmada en la espalda y resultó que el profe al que le deseaban buen provecho era a mí. Resultó ser uno de los que saludo los sábados (casi siempre nos vemos ahí). Después del sorpresivo (por inesperado) saludo seguí comiendo y me puse a pensar en la ironía que estaba (concentrado) pensando en que no me he concentrado, en nada en todo el día.

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