miércoles, 1 de diciembre de 2010

La esposa del Rey de las cubas

Después de la comida me lancé a la Gandhi. Quería caminar y se me ocurrió que era buena idea comprar de una vez la novela (¿o son cuentos?) que se llama El camino de Santiago. Pensé que era buena idea porque las últimas tres veces que fui me había estado coqueteando. La primera vez preferí comprar Nadie los vio salir de Eduardo Parra. El tema me llamó la atención porque ocurría en un congal de la frontera. El otro me guiñaba el ojo pero no lo compré. Ni recuerdo cuánto cuesta. No me arrepiento de la elección. Lo curioso es que hoy que fui a buscarlo se escondió. Se supone que está en la tienda pero no me supieron decir dónde. ¿Qué onda? Ahora que sí quería ya no quiso. Lo siento por Patricia (nombre de la autora) porque ese libro ya no lo leo ni regalado (¿no estaré exagerando?).

Lo que quiero contar en realidad es que mientras buscaba el libro antes mencionado di con una novela de Alfredo Bryce Echenique. Normalmente me leo o compro -casi siempre- cualquier cosa que me encuentre de él ¡menos Un mundo para Julius! (no pude avanzar más allá de la quinta página). Entonces, como decía, me encontré una novela suya que se llama La esposa del Rey de las curvas pero yo entendí La esposa del Rey de las cubas. Me emocionó el título aunque luego me di cuenta que no leí bien. Me pareció muy hermoso el título La esposa del rey de las cubas. ¿A poco no estaría chido leer una novela con ese nombre?

Seguramente entendí mal porque traigo el asunto de las cubas desde anoche. Todo fue provocado por unos alumnos (los cuales espero que a partir del martes sean exalumnos) llegaron con una caja de toques (descargas eléctricas). Neta que hubiera estado muy chistoso que alguno de ellos se hubiera puesto bigote y aparte llegara con un cajón vendiendo chicles, cigarros o peluches: ¿¡quién compra peluches en los bares!? A lo mejor como no tengo novia ni he estado casado no entiendo de eso…

Me alegraron el rato porque además de todo me recordaron la Parranda inspirada en Li Po que escribió JM Servín en DF Confidencial.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El camino de Santiago me gusta un montón.