lunes, 13 de diciembre de 2010

Especial

I
Después de terminar de revisar y entregar los papeles, que se acostumbra llenar en la temporada de exámenes finales, me lancé a tomarme unas cheves. Otra vez caí en el mismo lugar del viernes de la semana pasada. Tenía la opción de acompañar a mis jefes a una posada pero preferí las cheves en solitario. Vi por ratos la televisión en donde pasaban la eliminación del Pachuca -otra vez- del Mundial de Clubes. Tuvieron sus oportunidades de gol pero no hubo mucha claridad. Dominaron el segundo tiempo porque así lo quisieron los africanos.

Fui testigo, mientras le entraba a unos nachos que me supieron riquísimos, de cómo un vato (¿bato?) le habló a una mesera y le regalaba una rosa. Fue muy cómico porque bueno era juego y además la morra insistió todo el tiempo que no tenía chiste porque esa rosa era de las que tenían ahí. Confieso que nunca las había visto. Tampoco supe en qué momento se levantó y tomó esa rosa -artificial- de la caja. Ese cabrón se veía como que había estado pisteando en otra parte. Llegó muy alegre.

Mi alegría -por mi parte- consistía en que además de terminar el tetra había conseguido acabar Revólver de Ojos Amarillos de J.M. Servín. Fue una buena semana porque además leí Asesino Solitario. Así ya no me siento tan mal por lo poco que leí este año. Fue a apartir de octubre que empecé a leer bien (a terminar lo que empezaba).

II
El sábado festejó Ángela su cumpleaños. Le hablé por teléfono el jueves (su cumpleaños fue el miércoles) para saludarla y felicitarla. Me burlo de mi mismo porque cuando le hablé me estaba tomando una cheve y en eso consiste la burla: necesitaste una cheve para agarrar valor... no sé si fue por la cheve pero me quité ese peso de encima. Me pude haber hecho pendejo y darle el abrazo hasta el sábado pero no me sentía cómodo. Para este tipo de cosas a veces preferiría olvidar las fechas y no sentirme comprometido -por mi misma memoria-. El caso es que le hablé y ya.

Lo que quiero contar es que disfruté mucho su festejo. Fue muy sin chiste en realidad pero se veía que lo estaba disfrutando un chingo. Conocí a varios de los que ella llama sus amigos -en el rebels-. Al final uno de ellos me contó que es abogado -y que su esposa y su hija (no sé si la chava es hija de él o no)- también lo son por si algún día se me ofrece... Honestamente nunca sé cómo contestar a este tipo de frases de cortesía, ¿qué les digo gracias yo soy profesor de física por si algún día se le ofrece platicar sobre quarks? Pues no, ¿verdad? No es igual, creo.

Para mi cumpleaños casi nunca planeo nada pero ojalá me la pueda pasar tan genial como el sábado.

2 comentarios:

eder dijo...

Y cuando cumples?

Por cierto te ví el viernes caminando por V. Carranza. Fue curioso porque íba manejando sólo y me dije en voz alta "ese cabrón de azul se parece al ayax, ah caray... no mams es ayax!!"

Fue tan rápido que ni alcancé a pitar, pero al menos sé que sigues vivo.

Ayax dijo...

Ah sí el viernes andaba caminando por ahí. Alrededor de las seis pm o algo así.

El próximo viernes (17 de dic) cumplo años.

Saludos!