viernes, 22 de octubre de 2010

Cheves

Tengo ganas de tomarme unas cheves. No es novedad supongo. Lo que es novedad es que me da miedo no levantarme mañana. No habría problema porque es sábado pero resulta que me tengo que levantar temprano para dar un par de clases.

Por estas clases adelantadas he andado muy estresado pero tengo que cumplir con el jale.

¿Debería o no debería echarme unas cheves? (o de perdido una botella de vino... ¡de perdido!)

En fin.

P.D. 1
En la etiqueta debería decir: cheves que supuestamente serán tranquilas...

P.D.2
También traigo antojo de comer tacos.

1 comentario:

Juan T. Llamas dijo...

Espero que hayas tomado las cervezas.
Desde mi modesto punto de vista, el trabajo no está reñido con el alcohol.
Pero la inmensa mayoría piensa diferente, ¿por qué será?

Te imaginas tú en la clase, diciendo: "Eh, Gutiérrez, no sea usted egoísta y páseme una caguama. Eso le valdrá cinco puntos en su examen final".

Entonces una alumna anodina exclamaría: "Aquí tengo una Coca Light, profesor, ¿gusta?"
"Basta, señorita Oyarza de Paredes", replicarías tú, rematando: "Está usted reprobada en este curso".

"Y ya, dejen de fumar, desgraciados, que apenas los puedo ver con tanto humo aquí. ¡Y tanto humo me irrita los ojos¡

En tanto, el alumno Sergio Garza Herrera (el más brillante del grupo), diría:
"Ya son las diez de la mañana, maestro. Ya abrieron El Aguacate, de Treviño y Xicotécantl, ¿terminamos la clase allá?"

Te digo.
Nos tocó vivir en un mundo al revés.