viernes, 24 de septiembre de 2010

¿Sabía?

Mientras esperaba a que llegara el prefecto y me diera las llaves para abrir el salón la señora de intendencia, que también esperaba al prefecto, me preguntó así sin venir al caso: ¿sabía que el Señor lo ama? Iba a contestar con una broma pero ella lo dijo muy en serio... Para no hacer la historia larga, cuando llegó el prefecto, me dijo cuando quiera o cuando esté listo hacemos una oración...

Deveras.

En otras cosas. Oí el despertador pero lo volví a poner para dormir otros cinco minutos más. Normalmente con o sin despertador me levanto a los cinco minutos. Pero hoy no. Me quedé jetón como veinte minutos más. Francamente estaba muy a gusto. Casi nunca me acomodo así. Logré despertar porque empecé a soñar algo muy absurdo (algo que no recuerdo) sino... me hubiera perdido esa onda de hacer una oración (no la hice por cierto).

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