jueves, 19 de agosto de 2010

La última de...

Ayer me tocó ver, sin querer, otra vez a los profetas de la felicidad. El clarividente Aarón compartió su sabiduría por un ratito a los televidentes y lo mejor es que lo vimos resolver un par de casos harto complicados. Uno estos asuntos fue el de un joven que fue a dar testimonio de la veracidad de dichos profetas. Su problema era que traía un fuerte dolor de estómago. Le dolía y sentía que se quemaba por dentro... éste en lugar de consultar con un médico, como es lo usual, decidió ir a ver brujos (o como se les llame). Me imagino, o eso quiero pensar, que al sentir llamas por dentro le causó un mal presentimiento que alguien lo quería perjudicar o que alguien lo había visto feo o hecho brujería. Lo anecdótico es que todos le vieron la cara, incluso hubo uno que se atrevió a decirle que traía un demonio...

Cuando buscó a los profetas ya se encontraba desesperado pues todos los remedios sugeridos no le quitaban el dolor y el varo comenzó a escasear. Acudió con ellos (bueno llamó por teléfono) y los profetas tomaron casualmente su llamada (en todo momento señalan que éstas son tomadas al azar). El clarividente Aarón al contestarle le pidió, como a cualquiera, nombre y fecha de nacimiento. Enseguida el joven desesperado narró su situación. Luego el clarividente para poder ayudarle le pidió que hiciera unos ejercicios de respiración con la finalidad de crear un puente telepático para poder conectarse y percibir la fuente de su problema. Inmediatamente después el llamado profeta de la felicidad pudo darse cuenta que no, que nadie le había deseado algo malo ni tampoco le habían hecho brujería. No obstante, le sugirió que fuera a consultar con un médico porque lo que él tenía era una gastritis...

Chale.

Me imagino que si crees en estas cosas la sensación de ardor... pero aún así no puede entender porque en lugar de ir primero con un doctor ¡fue con brujos! Por otra parte, últimamente pasan bien seguido comerciales de pepto bismol o de omeprazol, ¿por qué no se le ocurrió que sus síntomas eran parecidos a los que mencionan en el comercial?

El caso es que el chavo mencionado fue a dar el testimonio de que los profetas de la felicidad dicen la verdad y no te quieren ver la cara...

En fin.

No hay comentarios: