jueves, 26 de agosto de 2010

Cruda moral

Hace mucho tiempo no tenía/padecía cruda moral. Antier después de haber ido a caminar me tomé unas cheves y una cosa llevó a la otra. Es rico eso de pistear entre semana pero no lo es tanto gastar la feria de la semana (repetí la palabra lo sé) en una noche. Me la pasé bien chingón pero no había necesidad de llegar a eso.

Me volví a sentir como si me hubieran asaltado. Así me siento cada vez que gastó de más. El que no se mide soy yo claro está. Pero me queda esa sensación de robo quizá porque es más fácil pensarlo de esa manera a hacerse cargo del derroche...

Cambiando de tema. Hoy es cumpleaños de Thalía (¿y?) y me da harta pena mandarle una felicitación, que seguramente no leerá, por twitter... ¿Debería evitar la pena y saludar o mejor ignoro el acontecimiento? (¿el acontecimiento? ¡ja!)

Por cierto, volví a retomar la lectura de la novela La madre de Máximo Gorki. Las primeras veces que lo intenté no me había gustado pero anoche, que no podía dormir, realmente me agradó lo que iba leyendo. No sé porque no me había gustado antes.

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