viernes, 21 de octubre de 2011

Cheve con espuma

Volví al lugar donde trabaja mi amiga la de las rifas. Estuve un ratito nada más. La cerveza resultó ser mala consejera. ¿Alguna vez da buenos consejos? No sé. El caso es que me quedé un ratito y decidí salirme un poquito después que a los Cardenales de San Luis se les empezó a hacer bolas el engrudo. Iban ganando y los Rangers le dieron la vuelta. Los dejé 2-1. Me parece que pensó uno de los meseros que nada más había ido a cenar... sí pero también quería pistear pero decidí mejor irme al lugar que me gusta ir los sábados.

Antes de salirme hice un experimento casi científico.Volví principalmente porque quería repetir la experiencia de la bohemia sin espuma. Para esto debía sentarme -según yo- en la misma mesa para tener las mismas -o casi- condiciones. Encontré una respuesta inesperada (ja) sí hace espuma... y lo más extraordinario es que el resultado nos sugiere que la espuma sí depende de quién la sirve porque, por ejemplo, como mi amiga la de las rifas andaba ocupada la serví yo sin poner demasiado cuidado al asunto y se formó la espuma... Realmente, lo confieso aquí, después de haber servido la bohemia quise más a mi amiga la de las cheves porque no sólo es bonita (está guapetona), divertida (a veces) sino que además sirve cervezas con maestría!!

Me salí contento -no por la espuma claro- por el experimento. Tendré que repetirlo y le pediré a ella que vuelva a servirla para ver si todas las veces consigue evitar la espuma...

Seguiremos informando.

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