Ayer me subí a un elevador y éste se abrió y cerró tres veces antes de ponerse en movimiento. Lo curioso es que no siempre lo hace. En una de esas veces que bajé y luego al intentar volver al quinto piso (donde está la sala de maestros) se abrió dos veces la puerta. Después se subió una chava en el segundo piso. A ella le sacó un pedo porque no había nadie afuera y el elevador mamón abrió y cerró la puerta un par de veces. A mi lo único que se me ocurrió decirle para explicar la situación fue "ah, no te preocupes... está jugando." No sé porque tuve necesidad de explicar lo que estaba pasando...
Confieso que nunca había visto un elevador (¿animado) que le diera por jugar. (Sólo espero que no le dé por jugar a no abrirse mientras yo estoy adentro!!)
3 comentarios:
Jajaja... muy buena explicación, realmente.
hermano, en estos momentos extraño mucho aquellas noches de pláticas interminables... inconsumibles...
en fin.
Te mando un fuerte abrazo.
Cuídate!
ah!!! yo me hubiera echado a correr jajajaja
El viernes lo volvió a hacer pero ahora si advirtieron que estaba fallando.
De lo que me estaba acordando era de cuando vivías en Privada Cataluña de cuando había que ir caminando por cheve... o cuando teníamos que ir al stop!
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