Hace mucho tiempo no caminaba en la alameda. No sobrio al menos. Hoy fui porque como parte de la rehabilitación el doctor me sugirió que caminara 30 minutos tres veces a la semana. La única condición es que la plaza, que elija para caminar, no tenga subidas... No le di la vuelta completa porque conté también el tiempo que empleé para llegar a la plaza como parte de los 30 minutos. A la próxima mejor me voy hasta el infi jaja.
Mientras caminaba me acordé de las veces que he ido a dar ahí... en mi peda se me ha ocurrido pensar que es buena idea ir a tomar camión a la alameda (realmente es más fácil que se detengan ahí los camiones que varias cuadras antes) y siempre me ha parecido que la plaza viene siendo algo así como un campo minado pues hay vatos rolados por todos lados. Esa parte de la avenida es peligrosa, estoy hablando de los domingos entre las 4 y 7am, porque la gente cruza la calle sin fijarse si está el semáforo en verde o no. Según varios taxistas suele haber atropellados ahí.
También me acordé del sueño que contó el Jonathan...Me acordé porque estaría conmadre que el trabajo, el desmadre y la casa estuvieran cerca!! Bueno supongo que estaría bien sólo una temporada y luego me aburriría.
El punto es que caminé la media hora y no me cansé tanto...
4 comentarios:
Sr Ayax, lo encontré finalmente.... sí ya sé que bastante tarde pero bueno, uno es así de distraído y pues hasta hace unas horas encontré su nuevo blog. Ya está debidamente agregado al reader y me pondré al corriente de sus aventuras. Por cierto, que bueno que estás mejor y no te cansaste de tu caminata. Yo voy en decadencia, el desgaste en la rodilla derecha empeora :-s y en la izquierda empieza.
Saludos
No Ayax, no está tan bien, mira: yo vivo justamente enfrente de la oficina, el edificio donde doy clase queda a la vuelta, y el bar donde usualmente me emborracho queda una cuadra más abajo. De pronto todo es bien aburrido así... aunque no me tengo que preocupar de levantarme muy temprano, y siempre puedo ir al baño en mi baño.
Admitámoslo Ayax. Eso último nunca ocurriría.
Lo de aburrirte, digo.
siempre podremos contar, en el futuro, con una quinta para llevar el trabajo, la casa y el bar los días que se aburran las damas de la buena voluntad o he convertido mi patio en mi cantina clandestina, que es lo mismo.
Salud (os)
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