Ya me hacía falta...

Ya me hacía falta una historia como la de ayer. Todo comenzó por culpa de la musa de las cheves. Se fue temprano, se fue antes de las once y en el bar sólo quedaba yo (y el de la barra). Pagué y así fue como comenzó todo. Además los cacahuates me cayeron muy bien. Se me quitó el hambre y me sentí con la energía que no tenía desde hace tiempo. Quizá desde la vez en que caí por casualidad en el antro en donde estaba tocando la sonora dinamita en semana santa. Desde entonces no me sentía así de bien (como para seguir pisteando).

Me divertí mucho en las jarras por culpa de un señor que puso una canción de Lionel Richie. La culpa la tuvo la canción porque me acordé que aun compañero de laboratorio de electrónica un camarada le decía Lionel Bitchie (en lugar de Leonel). Me acordé de varias anécdotas con ese camarada, con Lionel, sobre todo cuando se agüitó... bueno ellos dos se estaba acusando de que uno era tan pedote que quién sabe qué cosas. A mi se me ocurrió decir que Lionel era tan pedote que el día que se muriera en lugar de ocupar una carroza (¿se llaman así las camionetas o carros en los que transportan a los cuerpos al panteón?) a él lo iban a llevar en una pipa que en la parte de atrás iba a decir: "peligro inflamable". Jajaja. Fue muy divertido ver su cara y oirle su característa frase: "este vato..." ¿Me mamé? No sé pero no volvieron a sacar ese tema jaja. Nunca pisteamos con él. Qué mal pedo.¡Y lo buscamos como tres veces pero nunca lo encontramos!

Luego el carro del presentador del Lancelot estuvo divertido. "El camarada de lentes no aplaude". O la otra "le mandamos saludos al camarada de lentes que le gusta leer cuentos". No mames. Jaja. Pero definitivamente la mejor de todas fue la del wey del sabino que me preguntó tres veces: "oye hombre de la Biblia, ¿de veras no quieres una canción?"

Jaja.

Estuvo muy chingón.

Claro, esta historia no me pasó a mí. Le pasó a Beto.