lunes, 10 de agosto de 2009

La cadenita

Pasé por un momento angustioso el sábado. Normalmente cuando casi no conozco a una persona me cuesta trabajo saludar, sobre todo si está con otras personas que no conozco. Ese momento de timidez no es divertido. Es bastante culero. Si dejo pasar un rato por el motivo que sea la incomodidad se pone más gacha, más fea. Supongo que más de una persona ha de pensar que no saludo por mala onda... Si lo fuera, no sentiría culpa... creo.

El caso es que el sábado tuve problemas para saludar a una chava. Para no aburrir con el tema me costó trabajo pero la saludé...

Luego me salí y me fui a buscar a María Cristina. No la vi. Después busqué a Nelly pero estaba ocupada. La vi caminando entre la gente y me pareció que su mirada daba a entender que la merecían (¿merecíamos?). No sé cómo pero acabé bailando la de la cadenita con una señora... En realidad no me había fijado que era señora hasta que me contó que tenía una hija de quince años que batallaba con matemáticas!!

No hay comentarios: