viernes, 14 de agosto de 2009

Extraña forma de vida II/Sueño 15

Sigo leyendo (en mis escasos ratos libres) la novela Extraña forma de vida de Enrique Vila-Matas. En la historia el autor menciona que iba a incluir en su conferencia sobre escritores y los espías a un personaje que era camarada de su hermano. Este cuate soñaba con ser músico y les contaba que con la fuerza de su imaginación sabía tocar bien chingón la guitarra... Eso me recordó una ocasión que estando en el cetec haciendo alguna tarea de computación, le pregunté a mi compañero de equipo si le ayudaba en algo, pues mientras escribía y escribía yo sólo contemplaba la pantalla. Me contestó que no. Para no aburrirme se me ocurrió imaginar que el teclado era un órgano y me dispuse a tocar una variación (una partida de madre más bien) de una sonata de Bach. Un rato después, en el momento más emocionante, me interrumpió mi brillante ejecución (ja) para preguntarme si sabía tocar el piano. La verdad es que no supe qué contestar. Terminé confesando que me estaba imaginando que sabía tocar el piano. ¡Lo curioso es que la música no paraba y los dedos seguían solos! Bueno pero ya no manera visible creo...

Al principio me vio muy feo pero luego me siguió el juego y preguntó si tocaba alguna rola de Elton John o algo parecido. La conversación terminó cuando le dije que no, que interpretaba a Bach (si como no). Supongo que yo también debería de haber colaborado con el juego, ¿no? No sé, el caso es que mejor me puse a hacer tarea de otra cosa o a lo mejor empecé con los diagramas de flujo no me acuerdo... De lo que si me acuerdo es que la maestra se enojaba porque los diagramas había que hacerlos primero... según ella. El problema es que siempre los hacíamos al último y mal para colmo!!

El punto es que necesito tener las manos ocupadas.

Sueño 15

Soñé que iba a comer a un restaurante. Todo iba normal hasta que el mesero le tomó la orden a todos los que estaban en la mesa menos a mí. Se fue. Pasaron diez minutos y no regresaba ni con las bebidas. Después intenté hablarle a otros. Varios me ignoraron y los que me contestaban me decían que esperara al otro tipo. Me senté y vi que todos entraban a un cuartito que no era la cocina. Entré a buscarlo. Hubo dos o tres que me vieron con cara de fastidio y me decían que me esperara en la mesa. En el piso de abajo (tenía dos pisos!) vi al mesero que corría en una de esas máquinas que no te llevan a ninguna parte (¿es aburrido? A mi me lo parece al menos). Le pregunté qué pedo con su jale y me dijo que estaba haciendo ejercicio que en un momento me atendía!! Le cuestioné que porqué mientras estaba en su trabajo hacía ejercicio pero ya no me contestó nada. Entonces le dije, "ah, me ignoras". Busqué otro mesero y me no quiso atenderme. Otra mesera tampoco. Les grité "que conste que me ignoraron". Ellos nada más se rieron.

Busqué al gerente y no dejaba de hablar con los de otra mesa. Los interrumpí pero el gerente no me hizo caso. Cuando iba a entrar a la cocina (¿por qué no me salí de ahí?) sonreí y mejor me dirigí otra vez al cuartito (de dos pisos) al que entraban los meseros. Ahí le grité al mesero que con fastidio volteó a verme. En lo que volteó yo le lancé una bola de fuego!! De mis manos salían bolas de fuego. Les lancé a todos varias bolas de fuego y después cerré la puerta. Ese lugar en vez de pared tenía un cristal así que podía ver a todos los weyes corriendo y quemándose. Algunos se aventaban contra el cristal pero se estrellaban y se quedaban embarrados en él porque había otros que hacían lo mismo y les caían encima... El que más fuego tenía era el mesero que no me tomaba la orden.

El gerente al ver semejante desmadre fue a intentar abrir la puerta pero le lancé fuego también. Me gritaba cosas que no entendía pero yo le dije que no me habían hecho caso que ahora se aguantaban...

Luego entré en la cocina y pedí lo que quería comer!! Yo comí mientras los otros weyes morían calcinados... Chale.

Lo peor de todo es que me levanté con culpa como si de verdad lo hubiera hecho!!

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