viernes, 13 de enero de 2012

Confesiones

Los ataques maliciosos continúan. Empiezo a sospechar que más temprano que tarde acabaré pidiendo que le apliquen la eutanasia a mi adorada doncella (que la formateen que decir). Empiezo a sentir nostalgia anticipada por la gran cantidad de información que no he respaldado.

Pedimos el refuerzo de Sir Esset pero no ha podido darle solución a todo.

No entré aquí para hablar sobre eso realmente. Vine a contar que leí con admiración, y con emoción porque no, este texto de Joserra Ortiz.

Nota:
Podría aprovechar para contar una anécdota que me sucedió en la mañana. Dormí poco a pesar de que no salí. Al despertarme me levanté, desayuné, etc. y antes de salir se me ocurrió que era buena idea ponerme algo de crema. Abrí el bote y vi algo raro pero no reparé en ello realmente sino hasta después que me puse las manos en la cara. No me puse crema. ¡Me puse champú! Dentro de todo lo malo lo menos malo fue que no me cubrí los ojos con esa madre!

No hay comentarios: