martes, 12 de julio de 2011

Cosas que pasan

El mal chiste de la noche del sábado fue "vamos a seguirle al sabino". Fuera de broma me imaginaba pisteando unas cheves como homenaje (¿homenaje?) ahí en la calle y comiendo una torta de bistec o unos tacos de papa (¿seguirán poniéndose?). Lo misterioso de todo el asunto es que quien nunca tiene ganas de seguirla se le antojó seguir pisteando. Lo más raro todavía fue que nos convenció a ir a un... karaoke. Jaja. ¿Y yo qué hacía ahí? No sé. No cantó pero me dejé convencer suponiendo que estaría chido y aparte seguiría tomando (esa era la mejor parte). Fuimos y no estuvo muy divertido. Ninguno se animaba a cantar y eso nos aburrió a los que queríamos burlarnos de los demás (ja). Una amiga se desafanó un rato y mejor se fue al antro que está en la planta alta. Cinco minutos después me le uní y creo que fueron los mejores diez minutos (o lo que haya durado). Bailamos tres rolas de banda jaja. Lo mejor de todo es que bailamos el sinaloense. La verdad es que si me antojaba bailarlo. No sé bailar esa onda pero... divertí que es lo importante.

Luego cada quien se fue para su casa.

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