Los últimos fines de semana he tenido la sensación de que tengo la historia perfecta para contarla pero luego termina o empiezo el domingo y no escribo nada. Luego los lunes empiezo la semana, o la parte de la semana, donde tengo más jale y la olvido o me da hueva escribirla.
Este fin de semana que terminó en particular llegué muy cansado al lugar a donde me estoy acostumbrando a ir (dos años de ir y apenas me "estoy acostumbrando"). Primero fui al festejo de un cuate. Me la pasé bien chido ahí pero traía la curiosidad de cómo continuaría la historia entre mi amiga y su pretendiente. Apenas llegué y cada uno por su lado me contaron que ya habían hablado y arreglado sus diferencias. Me hubiera gustado algo más emocionante pero no... todo se arregló al menos por ese sábado.
Me aburrí muy rápido. Contrario a otras ocasiones no aguanté mucho. Llegué tarde y me salí relativamente temprano (al lugar todavía le quedaba un rato de cuerda). Me quedé jetón casi inmediatamente.
La otra chava, la ¿rival?, de mi amiga también anduvo ahí. También llegó el otro pretendiente (que ya le propuso matrimonio en diciembre a mi amiga) pero no pasó nada. Todo muy civilizado... así no se vale, yo quería putazos (jaja).
Cambiando de tema. Me estoy dando el primer respiro del día. Lo malo es que estoy en clase pero como no estamos haciendo nada están inquietos y con ganas de irse (la verdad es que yo también me quisiera salir). Lo peor es que saliendo le sigo en el doctorado...
(¿llorarán después de haber intentado hacer la primera tarea?)
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