Hace algunas semanas ya empecé la novela Polvo de Benito Taibo. No la he acabado por mi poca disciplina y porque luego empezaron las clases. Uno de esos momentos en los que estuve leyendo lo hice en el puentes. Leí las siguientes líneas:
"Aterido de frío, en la más absurda oscuridad, con el rítmico bamboleo de las vías a mis pies (nota: el personaje iba en un tren rumbo a Espinazo, Nuevo León), no me queda más que pensar y pienso".
Estas líneas las leí mientras la radiola (rockola) tocaba Perdón (la versión) de Daniel Santos.
En este instante, mientras pongo examen, me acordé de eso porque abrí la novela y vi mi separador, que no es un más que un pedazo de hoja en la que anoto cosas o las páginas que me llaman la atención; como por ejemplo que cuando leí que el personaje decidía pensar yo tenía de fondo esa canción...
No hay comentarios:
Publicar un comentario