sábado, 21 de julio de 2012

Cosas que pasan a veces XXXIX

I
Pasaron muchas cosas ayer. Sigo con la percepción de que no avanzo gran cosa. El jueves me vi en la penosa necesidad (¿ya lo conté?) de citarle una canción de Luis Miguel. Nunca imaginé que haría algo así. Ahora el mundo ya puede terminar si quieren... qué güey.

II
Soñé que estaba en México. Iba con ella. Vestía una blusa negra y un pantalón de mezclilla deslavado. Se veía hermosa. Conducía algo, que bien podría haber sido un patín del diablo, por las avenidas de la ciudad sin problema alguno (como si la conociera). Todo ocurría normalmente hasta que de repente una camioneta blanca (como las de transporte escolar) se va y se pega detrás de un tráiler. ¡Se quedó pegada! No traía plataforma, no tengo idea de cómo se subió y se pegó a la caja del tráler. (las llantas no tocaban el suelo). El tráiler empezó a zigzaguear, luego se metió en una fábrica. Mientras sucedía eso nosotros (ella y yo) íbamos atrás y como so sabía lo que iba a pasar le bajé a la velocidad. Le bajé tanto que se me apagó lo que sea iba manejando. No pude encenderlo de nuevo. Intenté impulsarme (fue cuando vi que bien podría ser un patín del diablo o una patineta) pero sólo veía un vil pedazo de lámina pegado al piso... Me impulsaba y avanzábamos bien poquito.

Intentamos todo pero ya no quiso funcionar. Entramos a una oficina (¿para qué?). Adentro había mucha gente pero como quiera intenté que volviera a funcionar el artefacto. Ella me dijo que lo volviera a intentar mientras buscaba un baño. Se acercó a preguntarle a una chava que estaba atendiendo una ventanilla pero no preguntó por la ventana sino que entró del otro lado. Algo comentaron entre ellas pero luego señaló la dirección de los baños. Aproveché la oportunidad para entrar yo también pero estuvo bien raro porque en la puerta a la que entré no eran baños era un camión! Me cerraron la puerta antes que pudiera bajarme. Toqué el timbre varias veces pero no me hicieron caso. Arrancó el camión y a las cuadras volví a tocar el timbre pero no me abrían. Se detuvo en un semáforo. Caminé hacia la dirección donde estaba el chofer para decirle que necesitaba bajarme cuando abre la puerta y entra ella! Se me quedó viendo gacho (pero traía cara de que estaba feliz (?))  me preguntó "¿y tú qué vienes solo?". Me quedé sorprendido (mi sorpresa y confusión empezó desde la equivocación de entrar a un camión en lugar de entrar al baño). Era verdad que la había dejado pero había sido un error! Se fue a sentar enseguida de una señora gorda (tan gorda que ocupaba parte del otro asiento) bien contenta. Había lugares vacíos (en donde podíamos sentarnos los dos) pero prefirió sentarse con la señora (esa señora aparte cargaba un niño). Intenté explicarle pero ella no me volteaba a ver. Sonreía pero no me volteaba a ver. Se veía hermosa con el chongo que se había hecho (supongo que en el baño).

Me disponía a contarle la historia completa ¡cuando me despertó un mensaje de movistar! (esperaba su llamada por cierto).

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