jueves, 8 de julio de 2010

Semana

Esta semana la inicié bastante chido pero poco a poco me he ido cansando y ya estoy otra vez en el mismo estado en el que andaba (¿En Nuevo León?) antes del huracán... Realmente me siento cansado. Lo peculiar es que siento una especie de inseguridad de pararme frente a grupo a hablar de algo sobre lo que he estudiado muchas veces.

Lo que más me está pesando es el dar una asesoría los martes y jueves por la mañana. Es por todo lo demás pero al tener ocupada esa hora no alcanzo a respirar (a veces me fastidia pasar por largos momentos así).

Otra cosa curiosa es que por fin apareció el futbol. Salió de la mano, ¿o de los pies?, de los españoles. Lástima que el mundial apenas haya empezado apenas hasta ayer... Me parece que hoy por hoy España es más Holanda que ni Holanda.

Creo que aunque el domingo el juego sea aburrido o cerrado ahora si lo voy a disfrutar.

1 comentario:

Juan T. Llamas dijo...

No, doctor. En esta ocasión, disiento de su opinión.

Así es.
En esta ocasión, hablaré del balompié.
Anjá.

A usted le consta que soy muy conservador en estos menesteres.
(Venga, ya, Juan, da la chilena).

Tener a unos arribistas como los españoles de la copa del referido deporte (es decir, de los panaderos), es como afirmar que el gato de la caja ha sobrevivido.

Nada más lejos de la verdad (al menos, para los científicos).

Si España obtiene el campeonato, es volver a 1966.
Si Holanda gana la copa, es recordar a Hungría (dos veces subcampeón), y a la extinta Checoslovaquia (lo mismo).

Mas yo sé que estamos en el siglo veintiuno.

Es un juego de azar, como en cualquier sucursal de El Caliente.

Desde que perdieron los uruguayos, mi mundo se trastornó.

Gracias.