Hoy amaneció lloviendo y haciendo frío por eso decidí cambiar de zapatos. En realidad ya lo había pensado desde hace varios días (quizá meses) pero por una u otra razón no los había limpiado. Cuando me los puse descubrí que ya pasó un año desde la última vez que los usé. Los dejé de usar porque me resultaban incómodos cuando traje el pie lástimado. También descubrí que durante casi todo el año traje los zapatos que usaba para salir a pistear. Los zapatos de batalla. Ya están medio gastados y por eso me daba igual si se manchaban o los guacareaba (no me daba igual pero no me dolía tanto). Cuando me di cuenta de esto me reí porque había oído de ropa de batalla pero no de zapatos... Por ejemplo, no es buena idea ir a una peda con ropa nueva. Se me quedó muy grabada la historia que me contó un camarada sobre uno de sus cuates que festejó su cumpleaños con camisa nueva. En su festejo la anduvo cuidando pero todo comenzó a valer madre desde que se empedó. Este cabrón acabo quitándose la camisa para hacer una fogata... Ja, lo que es la vida (o el alcohol más bien).
El caso es que me di cuenta que me estuve poniendo los zapatos de batalla casi todo el año. Quiero pensar que por eso hubo días en los que me levanté con dolor de cabeza (o que de repente sentía un mareo o cosas así). ¡Y todo por los zapatos! El cuerpo ya sabía que traía los zapatos para pistear y su manera de responder ya estaba condicionada supongo... sino ¿por qué tuve dolores de cabeza? ¿No serían causados por la cruda a la que el cuerpo se prepara ya de antemano? Quién sabe pero cuando salí de mi casa me dio risa esta idea pendeja.
Pero luego se me quitó. Llovía como ya dije y resultó que el carro traía jodido otra vez el parabrisas!! Cruzo los dedos porque no vuelva a llover (seguramente lo hará).
Esto del parabrisas me bajó mucho el ánimo. Ah es que yo lo acabé de desmadrar!! Quién sabe porqué desde ayer ando así... quiero pensar que es puro cansancio. Aparte me desperté cuando repetía en mi sueño: "the interest payment = unpaid balance x monthly interest rate". Eso no es divertido.
(También descubrí que extraño traer el bastón... ni siquiera era cómodo ni nada por el estilo!!!)
2 comentarios:
Jajaja... hermano. Esa anécdota de la fogata no me la sabía. Es bastante buena para cuando tenga nietos decirles: si vas a pistear nunca lleves ropa nueva, porque...
Jajaja...
Y yo creo que eso de traer todo el año los zapatos de batalla era un síntoma de que nunca salías realmente de los congales. jejeje... eso y que supongo siempre tenías la disposición de ir por unas cheves tranquilas. Já!
Lo del bastón supongo quepodría ser porque es más fácil apoyarte para guacarear con éste. Pero la mera verdad no sé qué rollo. Así que no me hagas caso. Cuídate, hermano. Salud!
La ha contado el Oslo pero no muy seguido. Hace mucho no la platica.
Saludos!
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