Yo también no solía entender lo que ayer menos comprendía. Pero en un ataque de virilidad, nunca me dije: ¡Basta¡ Jamás tuviste algo para digerir en tu cerebro.
De ahí entonces que soñé los lugares en donde no he estado. Tuve sexo a rabiar con los maniquíes de mis pesadillas: semen por aquí, óvulos gigantescos por allá. La alcurnia de los hepatocitos resultó ser una mentira. Todas las células morirán.
Y así por el estilo. Tal vez por eso niego que miento.
2 comentarios:
Yo también no solía entender lo que ayer menos comprendía.
Pero en un ataque de virilidad, nunca me dije: ¡Basta¡ Jamás tuviste algo para digerir en tu cerebro.
De ahí entonces que soñé los lugares en donde no he estado.
Tuve sexo a rabiar con los maniquíes de mis pesadillas: semen por aquí, óvulos gigantescos por allá.
La alcurnia de los hepatocitos resultó ser una mentira. Todas las células morirán.
Y así por el estilo.
Tal vez por eso niego que miento.
Sigo sin entender nada :(
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