Me llama la atención como siempre hay quienes se meten en su vida. Nunca falta quién se le acerque para criticarla. Los menos le dicen que es una vieja bien chingona (y lo es*). Lo más sorprendente fue que ayer una de las que se dice su amiga así de repente le soltó un comentario mamón que no venía al caso. Todo pasó porque se quedó hablando unos veinte minutos (a mi me pareció que se tardó dos días pero no le digan a nadie) con un señor. Un rato después me contó que estaban hablando de trabajo. Supongo que fue muy raro porque hasta la panchosa (que no es su amiga) fue a saludarme (¡ya nos habíamos saludado como tres horas antes!) y me preguntó por ella. Cuando le conté que estaba hablando con el señor se fue diciendo "ah qué cabrona". ¿¡Cabrona!? ¿Andaría peda? No me lo pareció pero me resultó muy divertido (no sé porqué).
Lo malo es que luego a mi me toca el desahogo... No es malo, no es la palabra, pero a veces sí es cansado (como ayer).
*Se lo digo todo el tiempo. Sospecho que debo dejar de decírselo tan seguido.
**Lo chido de ayer es que superé mi natural timidez y saludé a todos sus amigos (antes que llegara ella).
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