El apagón de ayer me tocó en el baño de un bar. De repente se fue la luz. Como todavía tenía brandy (me dio por pedir brandy ayer) me quedé un rato más. Luego tomé una decisión de la que me arrepentiría bastante después: fui a visitar a mis dos psicólogas favoritas. (La verdad es que a la que tenía ganas de ver pensé que no la iba a encontrar pero si estaba. Lo malo es que casi no platiqué con ella... ¡Ya le cantó el tiro a la otra! Le dijo: te lo voy a bajar y ni cuenta te vas a dar... chale. Y sí, yo creo, porque a la que tenía ganas de ver era a ella.
En fin.
Todo lo anterior pasó porque mi súper amiga finalmente no pudo escaparse y salir conmigo.
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