Mi amiga me invitó al cine (la invité yo pero digamos que me invitó) y entramos a ver la película que empezaba a esa hora. Resultó ser una romántica. Bastante liviana sin mucho chiste. Lo que no me cayó bien fue que de repente las lágrimas involuntarias salieron... me reí nada más de imaginarme que podría causar la duda de sí estaba llorando por la película. Pero no.
Me sentí ridículo (por las lágrimas) aunque el rato si valió la pena.
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