I
La vi. Se rió mucho, como casi siempre, cuando le digo que la extraño. Lo malo es que ahora no la extrañé un chingo sino tres chingos (que no es lo mismo, ¿o sí?). Fuimos al cine y me contó todo lo que le pasó el sábado.
II
Soñé que bajaba unas escaleras con una amiga a la que solía llamarle Real Madrid (ya no me acuerdo por qué). Le contaba que no me había gustado la crítica de Letras Libres sobre la nueva obra de Enrique Vila-Matas. Se trataba de una serie de cinco libros. Las portadas eran muy parecidas pero sí había diferencias. Por mi parte solamente había leido uno pero me sorprendía el mal trato que le daban en la revista.
Le contaba eso a mi amiga mientras la ayudaba a bajar unas escaleras. La onda esa de andar bajando las escaleras era porque íbamos a votar otra vez... (lo raro es que no vivimos ni siquiera en la misma ciudad!).
Este sueño puede ser porque extraño leer su columna (de Vila-Matas) Conspiración Shandy en Letras Libres.
III
Por andar pensando en "recuerdos que no recordábamos" me imaginé una escena en la que alguien va caminando por la calle y de pronto se detiene y le pide a otro alguien (que se encuentra sentado) que le haga el favor de prestarle un pie... sí, un pie. Le pide un pie porque el suyo ya no lo aguanta, le duele bastante. El otro (solidario) se lo presta. Luego se pone el pie y se va contento... Lo malo es que me quedó duda con respecto a los pies: ¿son intercambiables? ¿qué pasa si le queda grande o chico? ¿son ajustables?
No sé qué pasaría con los pies en ese caso pero estaría padre poder cambiar de repente alguna parte de nuestro cuerpo... hoy por ejemplo, me cambiaría los ojos!
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