Si no fuera yo le habría hablado por teléfono para que me acompañara, aunque fuera por teléfono, las cuadras que faltaban para llegar a mi casa. Pero sí soy, y no le hablé para contarle que me encontré a la hora de la comida a uno que le dicen el doctor. A mi, por intentar darle asesoría a una mesera, me conocen como el profe. Otros ya me llaman por mi nombre. Al menos ahí fue más rápido que en el puentes (lugar que visito de vez en cuando desde el 98... cada vez que menciono un año cercano al 97 recuerdo sin querer la publicidad del gobierno del DF: desde diciembre del 97 un gobierno diferente...).
Le podría haber contado que por andar con el recuerdo inventado, de la cucaracha de debajo del escritorio*, me dio por recordar la vez que me quedé dormido en un examen de variable compleja y que nunca supe cuánto tiempo dormí pero si fue suficiente para soñar con series de Laurent. Por eso, creo, que el ratito que dormí el sábado en la tarde me la pasé soñando con funciones analíticas y con funciones que no convergían "absolutamente". El colmo de esa pesadilla ocurrió cuando me discutían que era una función analítica pero yo encontraba que tenía una singularidad esencial! (una singularidad esencial es por ejemplo el big bang) Momento angustioso vayan ustedes a saber por qué.
También podría haberle contado que si esa llamada ocurriera en una película seguro tendría una canción de fondo (y podría haberle preguntado qué canción le gustaría para ese escena imaginaria). Cruzaría los dedos para que no me saliera como una amiga que de todos los personajes famosos de la historia sólo se le antojaba conocer a Enrique Iglesias... ¡A Enrique Iglesias! Me sentí decepcionado. Incluso si me dice quisiera haber conocido a Lady D. pues bueno, ¡pero Enrique Iglesias! ¿Con qué onda me saldrá ella si le pregunto algo así? ¿Con qué babosada le saldré yo también? Si me lo preguntan de bote pronto tal vez lo tome a juego y diga Thalía o algo así.
En fin.
*Esa historia la escribí en el twitter.
Nota: También le podría haber contado que con el resultado del fin de semana descendió Estudiantes-Tecos. ¿Y ahora? Sólo queda imaginar que copamos el 3 de marzo y cantamos yo soy de tecos es un sentimiento que no puedo parar... Eso de irle a los Tecos es muy duro, sobre todo ahora que jugará en la primera A. Qué triste. Pero es mi culpa. En toda esta temporada no me puse la camiseta de Donizete (la de la suerte)!! Chingado, ¡nunca me acordé! ¡O la de Alzamendi! (que también jugó en River)
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